Ante el riesgo que enfrentan mujeres embarazadas de sufrir violencia obstétrica en hospitales del país, desde el año pasado la Secretaría de Salud (Ssa) imparte a médicos y enfermeras de 24 entidades el taller Estrategia de capacitación para la promoción del buen trato durante la atención del embarazo, parto y puerperio en salas de obstetricia de los servicios de salud. 

En promedio, en los hospitales públicos del país se registran alrededor de 2 millones 500 mil nacimientos anuales.

En entrevista con La Jornada, Aurora del Río, directora general adjunta del Centro Nacional de Equidad y Género y Salud Reproductiva, señaló que el objetivo es capacitar y sensibilizar al personal sanitario, con la finalidad de prevenir y erradicar el maltrato físico y verbal hacia las mujeres a partir del respeto de los derechos humanos, incluidos los sexuales y reproductivos de las paciemntes durante el embarazo, parto y puerperio.

Y aunque aceptó que sí hay un problema de maltrato hacia las mujeres en los hospitales de salud pública, dijo que la violencia obstétrica no puede determinarse como tal, ya que no está definida en el marco jurídico mexicano.

Desde 2014 trabajamos en la difusión de lo que la Organización Mundial de la Salud ha difundido como prácticas deseables para la atención de un parto respetuoso, así es como ellos lo llaman. Dicha estrategia inició con la formación de facilitadores y equipos de capacitación en 24 entidades federativas mediante seis talleres regionales con duración de 40 horas cada uno.

Asimismo, algunos servicios estatales de salud realizaron cursos para formar a sus equipos locales. En esta fase se capacitaron en promedio 240 servidores públicos en salud de 26 entidades federativas para reproducir dicha metodología para los trabajadores de salud.

La especialista comentó que el curso se basa en un análisis de la doctora Rosario Valdez, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública, quien junto con otros médicos ha analizado el tema en los meses recientes.

En el estudio, dijo, se identificaron problemas, barreras y mitos que hay en el personal de salud, siendo el principal la violencia verbal y física.

“A partir partir de ello se desarrolló un taller de 40 horas para que, primero, el personal de salud: médicos, enfermeras y trabajadoras sociales, reconozcan que viven en un ambiente de estrés, que tiene dificultades. No son justificaciones, sino el escenario en el que se da el maltrato o lo que algunas personas denominan violencia obstétrica".

El problema viene desde la formación académica de los profesionales de la salud, que es donde se debe poner mayor atención.

En una segunda etapa, el taller de sensibilización y capacitación en unidades hospitalarias con servicios de ginecología y obstetricia se da al personal involucrado en la atención de mujeres embarazadas en procesos de gestación y parto con la finalidad de prevenir la violencia obstétrica. Entre otros temas que se abordan están elección de carrera, la experiencia personal del parto y nacimiento, el maltrato y perspectiva de género; protocolos de atención obstétrica, sensibilización para prevención de la violencia obstétrica desde el buen trato, mal trato personal y maltrato en las salas, así como los compromisos para mejorar la atención hacia las mujeres embarazadas.

“Hay que trabajar mucho para mejorar la relación médico-paciente. Confiamos en que paulatinamente dejen de presentarse estas prácticas.

Podemos construir una cultura de espacios libres de malos tratos, espacios de atención con respeto a la autonomia, dignidad y a los derechos humanos de las mujeres y de los usuarios en general, explicó.

Concluyó que en el segundo semestre de este año la Ssa medirá en algunos hospitales la linea basal de las personas que se quejan de maltratos, durante la atención del parto.