Ginebra.

Estados Unidos compareció ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en una sesión en la que se destacó que ese país es el único en el mundo que no ha ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño ni ha suscrito la Convención de la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, ni ha reconocido la Convención sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares, entre otros tratados internacionales.

El grupo de trabajo del Consejo de Derechos Humanos, responsable del examen periódico universal (EPU), que revisa el acatamiento de las naciones a de las normas internacionales, revisó este lunes el caso de Estados Unidos en la sede ginebrina de la ONU.

El resultado de la sesión demostró que la opinión mundial niega un voto de confianza a Estados Unidos, que se considera a sí mismo el campeón de los derechos humanos, resumió Jamil Dakwar, director del programa de derechos humanos de la Unión Americana por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés).

Una de las recomendaciones que hicieron los 117 países que participan en el debate fue que Washington adopte medidas para prevenir actos de tortura en áreas fuera de los territorios bajo su control efectivo, y el enjuiciamiento de los perpetradores.

Se valoró positivamente la decisión del gobierno estadunidense de divulgar un informe de los abusos cometidos por la Agencia Central de Inteligencia con sospechosos detenidos.

La jefa de la delegación estadunidense, Mary McLeod, dio a entender que no está cerrada la negociación para permitir la visita del relator especial de la ONU sobre la tortura, Juan Méndez, al penal militar de Guantánamo, en Cuba.

Ejim Dike, directora de la Red de Derechos Humanos de Estados Unidos, resaltó que las observaciones planteadas a Washington giraron en torno a pobreza, penalización y violencia. En Estados Unidos tenemos hoy más dinero que nunca. También tenemos la tasa de pobreza infantil más alta de todos los países industrializados. Sin embargo, ningún miembro de la delegación estadunidense mencionó en el EPU la cuestión de la pobreza, subrayó Dike.

La representación de Cuba pidió a Estados Unidos que garantice el derecho de todos los residentes a una vivienda adecuada, alimentación, salud y educación, con el fin de disminuir la pobreza que afecta a 48 millones de personas en ese país.