Lleva los proyectos Gráfica móvil y Rótulos a la edición 12 de la Bienal de esa ciudad
democratizarála imagen en las calles de La Habana
Del primero, la finalidad es recuperar la parte de nuestra tradición gráfica del volante y contradecir el mercado de arte, porque los grabados no tienen firma, explica el artista a La Jornada
Con un dispositivo móvil imprimirán obras y las obsequiarán a los habitantes de la capital cubana
Martes 19 de mayo de 2015, p. 4
Con dos proyectos de arte urbano: Gráfica móvil y Rótulos, el artista Demián Flores (Juchitán, 1971) participa en la edición 12 de la Bienal de La Habana, que se inaugurará el próximo viernes.
Este año ese encuentro de arte cumple tres décadas y por tal motivo el equipo curatorial decidió mirar hacia la calle, expresa Flores, quien en fechas recientes montó la muestra Luces del espejo en el Centro de Cultura Casa Lamm.
Este giro se inscribe en lo que ha sido uno de los recursos más preciados de la cita habanera: sentir la ciudad y su gente, lo que equivale a involucrar a sus comunidades poblacional y profesional, sus micropolíticas y microespacios de socialización
, escriben los organizadores.
Esta vez los proyectos tendrán lugar en la calle, no en espacios cerrados (museos y galerías).
Las dos propuestas de Flores, con apoyo del gobierno federal y de Casa Lamm, se gestionan desde La Curtiduría, espacio cultural independiente fundado por el artista hace nueve años, cuya finalidad es erigirse en un centro para el diálogo, el intercambio y la producción artística contemporánea en Oaxaca. Funciona mediante programas formativos, educativos, de producción artística y vinculación comunitaria.
Como parte de su proyecto de participación social, La Curtiduría fue invitada para la edición 12 de la Bienal de La Habana, con el propósito de accionar dos dispositivos de intercambios de imaginarios en las calles y barrios del centro de la ciudad
.
Respecto de Gráfica móvil, Demián Flores explica a La Jornada: “En Oaxaca tenemos un taller móvil que va a las comunidades más alejadas del estado para trabajar con niños y jóvenes proyectos de gráfica de formación y producción. Para la bienal se integró un archivo de gráfica mexicana.
Tuvo gran participación de amigos y colegas artistas. De allí que se llevará a Cuba un conjunto de 350 linóleos de 270 artistas de varios estados, en un dispositivo móvil que contiene un tórculo (prensa) que se desplazará por las calles de La Habana para imprimir y obsequiar grabados.
En el proyecto participan Francisco Toledo, Betsabeé Romero, Roberto Turnbull, Daniel Guzmán, Cisco Jiménez, Gustavo Monroy y Sergio Hernández, entre otros.
Según Flores se retoma la idea de lo que hizo el Taller de Gráfica Popular: democratizar la imagen y encontrar nuevos canales de distribución. Se trata de recuperar la parte de nuestra tradición gráfica del volante y contradecir el mercado de arte, porque los grabados no están firmados. Lo que buscan es ampliar y utilizar uno de los conceptos fundamentales de la gráfica: la multiplicidad y su posibilidad de acercarse a un grupo mayor de personas
.
Para Gráfica móvil, Flores invitó a Norberto Treviño y Jesús Soto, del taller El Chanate, de Torreón.
En cuanto a Rótulos, fueron invitados dos jóvenes artistas oaxaqueños, Bayrol Jiménez y Rolando Martínez, quienes a partir de la práctica popular mexicana de tipografía e imágenes ofrecen su mano de obra gratuita en diferentes lugares y espacios comerciales formales e informales en La Habana. Se acercan a las personas cuyas experiencias, anécdotas e historias se convierten en las imágenes de los rótulos de sus negocios y viviendas.