Miércoles 20 de mayo de 2015, p. 3
Nankin. China. En el asiento de la minúscula cabina monoplaza del avión Solar Impulse, el suizo André Borschberg cruzará el océano Pacífico en cinco días avanzando con la luz del sol como único combustible. Cada día, Borschberg, de 62 años, volará a 28 mil pies, altura similar a la del pico más alto del planeta, con temperaturas cercanas a 55 grados en una cabina despresurizada y sin calefacción. Desde China hasta Hawai, sólo podrá descansar haciendo breves siestas, ya que el piloto automático debe ser comprobado con frecuencia. El viaje es el tramo más largo y complejo de 12 etapas para completar la vuelta al mundo en un avión por primera vez impulsado exclusivamente con energía solar. Si fracasa, implicaría una caída en pleno océano a centenares de kilómetros de cualquier equipo de salvamento.