Eduardo Vázquez evalúa la participación en la Feria del Libro de la capital argentina
un ejercicio plurala Buenos Aires
Fue invitada de honor y su pabellón recibió unos 500 mil visitantes, dice el titular de la Secretaría de Cultura a La Jornada
El encuentro montó conmovedora
exposición fotográfica sobre Ayotzinapa
Miércoles 20 de mayo de 2015, p. 4
La ciudad de México cerró con broche de oro su participación como invitada de honor en la edición 41 de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires con la donación de mil 500 títulos a la Biblioteca Nacional de Argentina.
Se trata de un acervo que enriquecerá la sección México del recinto, con la idea de que cada vez que vaya un autor o editor mexicano a ese país pueda dar sus obras para sumarse a ese apartado
, explicó Eduardo Vázquez Martín, titular de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal (GDF), en entrevista con La Jornada.
Rostros de Revueltas y Rulfo
El encuentro librero más importante del cono sur recibió del 23 de abril al 11 de mayo un millón 200 mil visitantes, de los cuales se calcula que al menos 500 mil visitaron el pabellón de la ciudad de México, señaló Eduardo Vázquez al evaluar la participación capitalina.
El espacio, diseñado por Héctor Módica, Lourdes del Río y Alberto Kalach, recibió un reconocimiento de la feria por su alta calidad arquitectónica.
Fue construido con andamios cargados de cajas de cartón con el emblemático sello Hecho en México, algunas estampadas con los rostros de José Emilio Pacheco, José Revueltas, Octa-vio Paz, Juan Rulfo y Elena Garro, entre otros escritores.
El programa que se presentó en Buenos Aires incluyó 134 actividades literarias y artísticas, así como un libroclub al que se inscribieron 200 personas y en total atendió a más de 5 mil.
El libro más prestado en este punto fue la novela gráfica 1874, del ilustrador Bernardo Fernández Bef.
En las charlas y conferencias se resaltó el microcosmos de pluralidad
de la capital mexicana: ciudad refugio, ciudad rural, ciudad indígena, ciudad de derechos, metrópoli cultural, entre otros aspectos relacionados también con su arquitectura, historia y arqueología, dijo Vázquez Martín.
Asistieron alrededor de 70 autores que no sólo llevaron la literatura mexicana; a ellos se sumaron antropólogos, arqueólogos, editores, periodistas, así como promotores del libro y la lectura, y también algo de la semilla, ya germinada y florecida, que sembró el exilio argentino en México
, con la presencia también de unos 60 escritores argentinos, agregó el funcionario.
El epicentro de la propuesta, continuó Vázquez, “fue la ciudad argenmex, lo cual reafirmó y renovó un lazo cultural profundo que tiene un hito en la relación que tuvieron Jorge Luis Borges y Alfonso Reyes, y otro que tiene que ver con el exilio y la migración.
Ejercicio libre y plural
“Nuestra presencia en Argentina –prosigue Eduardo Vázquez– fue como ponernos al día, pues se habló mucho de nuestra vida reciente, los conflictos políticos, sociales y humanos en México. Fue un ejercicio muy libre y plural. Se crearon nuevos lazos y fue muy importante el encuentro de editores”.
Por su parte, la feria recibió a la delegación mexicana con una exposición sobre Ayotzinapa: Nos conmovió. Fue organizada por el fotógrafo Marcelo Brodsky. Es un tema que les importa también mucho a los argentinos, pues son muy sensibles al tema de los desaparecidos. En reciprocidad a nuestra solidaridad en los años setenta y ochenta ellos tienen un gran interés por el tema de los derechos humanos en México, están muy pendientes
, concluyó el secretario.
Este año, la ciudad de México fue invitada de honor de tres ferias del libro: dos internacionales (Buenos Aires y Los Ángeles) y una local (Yucatán).