Homenaje en Bellas Artes al creador en su centenario natal y 25 aniversario luctuoso
se mantiene viva en la ciudad de México
Miércoles 20 de mayo de 2015, p. 7
La trascendencia de Mathias Goeritz (1915-1990) se mantiene viva en la ciudad de México, expresó Felipe Leal en el homenaje que la noche del lunes se rindió al artista en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Ese acto se realizó con motivo de su centenario natal, que se cumplió el pasado 4 de abril, y a 25 años del fallecimiento del artista mexicano de origen alemán.
Entre el público que abarrotó el recinto estaban María Cristina García Cepeda, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes, y Daniel Goeritz Rodríguez, hijo del homenajeado.
Desde 1949, año en que Goeritz llegó al país y hasta su muerte en 1990, la ciudad de México recibió en varios puntos sus novedosas propuestas estéticas. “Imposible pensar en el Pedregal de San Ángel sin su acceso por avenida de las Fuentes y su obra El animal –especie de serpiente–; en la colonia San Rafael, el Museo Experimental El Eco, creación cumbre de su pensamiento sobre la ‘arquitectura emocional’ y considerado por muchos autores internacionales una de las grandes obras del expresionismo en arquitectura.”
Abrirán exposición el día 28
En el recuento del arquitecto Leal no podían faltar las Torres de Satélite, obra en coautoría con Luis Barragán, símbolo y referencia urbana de un punto cardinal de la ciudad
; tampoco los vitrales para la Catedral Metropolitana y el templo de San Lorenzo, donde las aportaciones de Goeritz al arte religioso desde una perspectiva moderna resultaron polémicas.
Lily Kassner, historiadora de arte y autora de varios libros sobe Goeritz, recordó que en su momento el experto en arte colonial Francisco de la Maza pidió su desaparición.
Convencido de que la salvación de la humanidad y su espíritu se haría mediante las obras artísticas y que la reconstrucción del ser humano se lograría al reivindicar los valores estéticos, las ideas de Goeritz no fueron bien recibidas en aquel entonces por los muralistas, quienes apostaban más por un arte realista y nacional. Quizá por tal circunstancia Mathias orienta más su trabajo hacia la arquitectura y escultura urbana como plataformas para su creación
, aventuró Leal.
El ex director de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde Goeritz fue maestro, también habló de la recuperación que la máxima casa de estudios hizo en 2005 de El Eco. Incluso consideró clave ese rescate, ya que junto con la casa de Luis Barragán y las viviendas que Juan O’Gorman diseñó en San Ángel, estas obras explican gran parte del siglo XX
.
El jueves 28, a partir de las 10 horas, será abierta al público la exposición titulada Mathias Goeritz: el retorno de la serpiente y la invención de la arquitectura emocional en el Palacio de Cultura Banamex (Madero 17, Centro Histórico).