En Chihuahua estamos dando una lucha certera contra las mineras trasnacionales, aseguró Joaquín Solorio, miembro de la caravana yaqui por la defensa del agua y el territorio, que llegó ayer al ejido de Cedros, municipio de Mazapil, Zacatecas, donde se ubica Peñasquito, la mina de oro a cielo abierto más grande de México, propiedad de la firma canadiense Goldcorp.

Solorio recordó que en 2012 el ejido Benito Juárez, municipio de Buenaventura, Chihuahua, aprobó en asamblea emitir una moratoria para impedir que en los próximos 100 años se instale cualquier compañía minera en su territorio. Asimismo, sostuvo en entrevista que la lucha de Benito Juárez contra la minera canadiense Mag Silver y sus subsidiarias mexicanas les costó la vida a su hermano Ismael Solorio y a su cuñada Manuelita Solís, asesinados por miembros del crimen organizado presuntamente contratados por la empresa.

En el expediente, al cual nosotros tenemos acceso, como familiares y coadyuvantes en la investigación, hemos identificado a las personas que participaron en el homicidio, pero el gobernador de Chihuahua, César Duarte, prometió actuar contra de los presuntos responsables y no lo ha hecho.

El activista Gabino Gómez dijo: Padecemos los mismos problemas desde Baja California hasta Yucatán. A lo largo y lo ancho es un país destrozado por la violencia y por la entrega de recursos a millonarios como Carlos Slim y a empresas extranjeras. Nuestros gobernantes son traidores a la patria, gente que vendería a su madre con tal de recibir unas cuantas prebendas, unos billetes, como en las mejores épocas de la Colonia.

De Zacatecas, la caravana partió a la capital de San Luis Potosí, donde se reunió con indígenas huastecos, quienes se sumaron al repudio al megaproyecto Monterrey VI, con el cual se llevará agua desde la Huasteca potosina a las presas La Maroma, El Realito y Pujal Coy, en la capital neoleonesa, así como a un parque eólico en el municipio de Charcas.

Otro contingente de la caravana visitó ayer Tulancingo, Hidalgo, donde invitó a la comunidad a luchar contra la explotación de gas por medio de fractura hidráulica –un método tan dañino, dijeron, que ha sido prohibido en varias entidades de Estados Unidos–, y contra la privatización del agua.

La caravana pasó por la comunidad indígena Xoxocotla, municipio de Puente de Ixtla, Morelos. De ahí pasó a Alpuyeca y Cuernavaca; posteriormente fue a Tepoztlán y pernoctó en Cuautla. Se prevé que los contingentes confluyan en la ciudad de México el 22 de mayo para efectuar una reunión nacional en Xochimilco.