Teloloapan, Gro.

De la comunidad El Rincón del Vigilante, ubicada en este municipio, no quedó uno solo de sus 120 pobladores. Todos huyeron por la violencia que desde hace tres años azota esta región del norte de Guerrero. Ahora las 30 casas de la comunidad están vacías.

Vendieron sus animales y se fueron; hasta los santos de la parroquia se llevaron; es un pueblo fantasma, comenta un habitante de la comunidad vecina de Laguna Seca, que el año pasado llegó a estar con solo seis de sus 500 pobladores por la misma razón.

En los meses recientes más de mil personas se han visto obligadas a dejar sus hogares a causa de la violencia generada por grupos del crimen organizado que operan en la zona.

El Rincón del Vigilante, Tlanipatlán de las Limas y Laguna Seca son los poblados de Teloloapan con más desplazados.

En un recorrido por estas tres comunidades, distantes a casi una hora en vehículo de la cabecera municipal, ubicada a 250 kilómetros de Chilpancingo, se observa el abandono en el que se encuentran.

En Tlanipatlán de las Limas, donde huyeron más de 400 habitantes y sólo quedan 26, entre ellos ocho niños, los lugareños manifestaron su temor por la incursión de grupos armados desde diciembre pasado, lo que provocó el éxodo.

En la primaria Vicente Guerrero, dos maestras atienden a ocho alumnos –dos de prescolar– de los 50 que llegó a tener. Dos compañeros más atienden a otros niños en la cabecera municipal de Teloloapan, comenta una maestra que pide el anonimato.

La directora del plantel, quien también solicita que se omita su nombre, dice que son ya tres años de violencia continua, pero desde febrero pasado se incrementó más, y por eso la gente tuvo que abandonar el pueblo y sus siembras, (aunque) nos dicen que ya regresaron algunos.

Unos de los 26 pobladores que quedan relataron que en diciembre pasado hombres armados incursionaron en Tlanipatlán de las Limas y secuestraron a una mujer y un hombre jóvenes, de quienes nunca más volvieron a saber.

A partir de entonces, los lugareños comenzaron a dejar el pueblo y se trasladaron a otras localidades por el miedo a que regresaran los pistoleros. La mayoría de los que quedan en la comunidad son adultos mayores. En el plantel de prescolar y la telesecundaria del pueblo, alumnos y maestros no asisten desde hace semanas.

La autoridad de Tlanipatlán de las Limas, Ignacio de Jesús Valladares Salgado, dijo a un grupo de campesinos que se acercó a saludarlo: primero Dios se tendrán que componer las cosas; ya tenemos el fertilizante para ustedes.

El representante perredista explicó que las vialidades que comunican a los municipios de Teloloapan, Apaxtla y Arcelia son utilizadas por organizaciones de la delincuencia organizada. Hay cuando menos mil personas afectadas en la zona, aseveró.

Comentó que el ayuntamiento atiende a unas 300 familias de Teloloapan y Apaxtla que dejaron sus comunidades por la violencia; otros se van a Taxco y a Morelos.

Es lamentable porque esta gente tiene aquí sus tierras, animalitos, y cuando salen de sus pueblos, dejan todo, viven con mucha nostalgia, sobre todo ahora que empiezan las siembras, subrayó.