Sábado 23 de mayo de 2015, p. 6
Riviera Maya.
Un total de 377 canoeros de alrededor de un millar de participantes en la Travesía Sagrada Maya revivieron la epopeya del cruce de Xcaret a Cozumel y viceversa, al recrear la ceremonia milenaria en honor de la diosa maya Ixchel, en la que tomaron parte representantes de 14 países, informó Miguel Quintana Pali, presidente de Experiencias Xcaret.
Desde hace más de mil años se realiza la travesía-ritual de adoración a la diosa maya Ixchel desde lo que era el puerto de Polé (Xcaret) a la isla de Cuzamil (Cozumel), este año con la participación de casi mil personas, entre canoeros, personal para la puesta de escena y el equipo del parque ecoturístico de la Riviera Maya.
Polé, hoy Xcaret, viene del maya yucateco P’ole, derivado de la raíz p’ol, que implica mercadería
y trato de mercaderes
. El nombre de Xcaret proviene de la deformación en el castellano de la palabra caleta
, y el prefijo X
en maya significa pequeña
. Una traducción de Xcaret puede ser pequeña caleta.
En punto de las cinco horas dio inicio la novena Travesía Sagrada Maya, con la que se incentiva el turismo cultural mediante la recreación de la ceremonia milenaria en honor de la diosa maya del amor, la gestación, los trabajos textiles, la Luna y la medicina.
La ofrenda
Primero se escenifica la vendimia en el mercado Kii’wiik, donde se comercializaban los diferentes productos destinados a la ofrenda
de Ixchel; eran, pues, días de fiesta en los que valientes remeros se preparaban para realizar la travesía sagrada y obtener los favores de la diosa fértil para su pueblo.
En el posclásico tardío se dieron las peregrinaciones, que incluían dos razones principales, la comercial y la religiosa.
Miguel Quintana Pali, presidente de Experiencias Xcaret –que aglutina seis parques y un séptimo en construcción–, refirió que en esta ocasión participan canoeros de cuatro escuelas de remo de México, en Cozumel, Riviera Maya, Tulum y Cancún, y de otras 13 naciones, entre ellas Estados Unidos, Canadá, Brasil, Colombia y Venezuela.
Detalló que del total de 377 remeros, 201 son hombres y 176 mujeres, además de 340 personas que participaron en la puesta en escena del ritual de despedida entre sonidos de caracoles, danzas prehispánicas de la fertilidad y el amor, así como 250 colaboradores del parque y voluntarios.
Este año metimos tres canoas más en comparación con las 34 del año pasado; teníamos miedo, porque se trata de que el contingente siempre sea compacto, pero muchas veces las condiciones climáticas no lo permiten.
“Hemos tenido travesías donde los más rápidos, que ya han repetido nueve veces, tardan en promedio tres horas, minutos menos; pero en un día de condiciones climáticas difíciles han dilatado más de ocho horas… imagínese el agotamiento”, explicó el empresario.
Quintana Pali subrayó que no es fácil cruzar el canal de Cozumel, porque hay una corriente de sur a norte, por lo que tienen que remar hacia el sur, a contracorriente; de lo contrario, asegura, acabarían en Cuba. Hay 18 kilómetros de aquí (caleta de Xcaret) a Cozumel y van, en promedio, a seis kilómetros por hora.
El mar Caribe era de gran importancia para los mayas, pues era considerado fuente de alimentación, transporte y, al igual que los cenotes, la entrada a Xibalbá, el inframundo. Así, la travesía marítima implicaba una transición al más allá.
Por la noche, en Cozumel, a donde arribó el contingente cerca del mediodía, se realizó por primera vez una ceremonia de meditación a puertas cerradas en el parque San Gervasio, sólo para los canoeros; una hora después, en el parque Quintana Roo de la ínsula, hubo danzas para la Señora de la Luna con acceso gratuito.
Este sábado por la mañana es la despedida para los canoeros en el parque Chankanaab; llevarán el mensaje de la diosa Ixchel al puerto de Polé, donde será la ceremonia de bienvenida para concluir con el legado histórico maya.