Hermosillo, Son.

La contienda electoral en Sonora ha estado marcada por la guerra sucia entre el PRI y el PAN, así como por acusaciones mutuas de que el gobierno estatal estaría operando en favor del candidato panista, mientras la autoridad federal lo haría en favor de la priísta. Ambos han sido centro de escándalos de corrupción por la revelación de llamadas telefónicas que presuntamente los involucran en actos deshonestos.

Javier Gándara Magaña, del PAN, y Claudia Pavlovich Arellano, del PRI, aparecen en los primeros lugares de todas las encuestas publicadas en los medios locales; los demás candidatos tienen pocas posibilidades de ganar.

La llamada guerra sucia se inició a principios de marzo, cuando el PAN reveló audios de una presunta llamada telefónica del entonces secretario del ayuntamiento de Nogales, Gerardo Rubio Romero, quien dialogaba con un integrante del equipo de campaña de Pavlovich, y decía: Tengo una maleta en cada mano, y no hallo qué hacer con ellas, lo que se interpretó como que el ayuntamiento de Nogales iba a aportar recursos a la campaña de la priísta.

En el audio la voz se atribuía a Rubio Romero y señala: Dile que mi presidente municipal de Nogales, Ramón Guzmán, habló con la candidata y todo el apoyo para la candidata; infraestructura, apoyo, logística, dinero, gobierno, todo, todo.

A mediados de marzo el edil de Nogales, Ramón Guzmán Muñoz, confirmó que había separado de su cargo a Gerardo Rubio Romero como secretario del ayuntamiento debido a que la Fiscalía Especializada en Atención a Delitos Electorales atendía la denuncia presentada por la dirigencia nacional del PAN por el presunto de desvío de recursos públicos a la campaña priísta.

Otra filtración fue en la que Pavlovich hablaba con Samuel Fraijo, empresario de la construcción en Sonora, para pedirle prestado su avión, y en otra llamada dialogaba con el delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Hernández Armenta, para modificar las bases de una licitación y que empresarios sonorenses estuvieran en condiciones de ganar contratos de construcción de carreteras.

Aunque la priísta aseguró que no incurrió en ninguna ilegalidad y al empresario no le pidió prestado el avión, sino en renta, cayó en contradicciones al defender en radiodifusoras y conferencias de prensa la teoría de que el empresario no le regaló nada.

A mediados de este mayo, unos días después de haber declarado bienes por 5 millones 962 mil 264 pesos, fue exhibido un audio donde Pavlovich presuntamente dialogaba con una agente de bienes raíces para pedirle buscar un departamento de más de 6 millones de pesos.

La priísta le pide a la corredora de bienes raíces tía Pilar, buscar un departamento con las medidas de otro que ella tiene en la ciudad de México, en Reforma 222, de unos 300 metros cuadrados. Pavlovich solicita que no aparezca su nombre en la transacción. Nadie sabe, nadie sabe tía, de hecho te agradecería tía que no dijeras que soy yo, sino mi marido, con quien vas a estar en contacto es conmigo porque finalmente yo soy la que voy a decidir, yo soy la que vivo allá y quiero ver qué es en lo que estoy, se le escucha decir.

La respuesta no se hizo esperar. El panista Javier Gándara fue acusado de evadir impuestos, comprar propiedades en Estados Unidos y rentar avión con recursos públicos

A inicios de abril, con desplegados en diarios nacionales y el uso de redes sociales, el candidato del PAN fue acusado de viajar en un avión que él mismo se estaba rentando, y pagando con dinero las prerrogativas electorales, es decir, recursos públicos.

El jet con matrícula XA-USS fue adquirido con recursos de su familia en junio de 2013 a través de una empresa constituida en Estados Unidos, y registrado a nombre de su esposa, Marcela Fernández. En ese mismo año, la aeronave fue entregada en arrendamiento a la empresa Servicios y Mantenimiento Técnico DQ.

Gándara rechazó que rentar su propio avión fuera una operación ilícita y afirmó que es correcto ética y jurídicamente.

Luego se acusó a Gándara de obtener perdones fiscales presuntamente otorgados por el gobernador Guillermo Padrés Elías, también panista, de comprar varias propiedades millonarias en Estados Unidos, así como rentar un avión durante su campaña política, con recursos públicos, a una empresa de la cual él es accionista.

Debido a que el gobierno federal tiene un convenio de colaboración, la administración de Padrés habría simulado una auditoría a las empresas de Gándara, para librarlo de pagar 14 millones de pesos, acusó el PRI en conferencias de prensa.

El panista negó la acusación, y aseguró que la empresa que era acusada de no pagar impuestos, no había generado ganancias siquiera por 2 millones de pesos, y por lo tanto era imposible que debiera pagar 14 millones de pesos en impuestos y que éstos le hubieran sido perdonadoscon simulaciones de auditorías.

A principios de mayo, a Gándara se le acusó de tener decenas de propiedades caras en Estados Unidos, muchas no declaradas cuando era edil de Hermosillo (2009-2012).