Buenos Aires.

El histórico edificio del Palacio del Correo, privatizado en los años 90 y restatizado en 2006 por la administración del fallecido presidente Néstor Kirchner, fue convertido en el centro cultural más grande de América Latina e inaugurado este fin de semana dentro de los festejos por los 205 años de la revolución del 25 de mayo de 1810, que terminó con el mandato colonial.

En un acto emotivo, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dio por inaugurado el Centro Cultural Néstor Kirchner, extraordinaria obra de 115 mil metros cuadrados, que tiene  más de 50 salas para conciertos y exposiciones, un museo de arte moderno y otras importantes áreas, en un trabajo arquitéctonico que llevó más de seis años.

El complejo cultural tiene una  sala de conciertos para la Orquesta Sinfónica Nacional con capacidad para mil 700 personas, a la que llaman la ballena, por la estructura curvada y azulada de sus paredes.

Otro de los singulares espacios será ocupado por un museo de arte moderno de 2 mil 400 metros cuadrados.

Una parte del edificio fue recuperada anteriormente, en el sector histórico, en cuyo espacio se conserva lo que fue un despacho ocupado por Eva Perón durante el gobierno de Juan Domingo Perón (1946-1955).

La presidenta señaló en este caso que el auge de la cultura tiene que ver con el auge económico; recordó que cuando Argentina estalló (diciembre de 2001) la única cultura que quedó fue la del trueque y la de sobrevivir, y destacó la importancia de que la economía promueva este tipo de acontecimientos.

Un país –dijo– puede crecer económicamente y, sin embargo, no prestar atención a la cultura y no tener el efecto redistributivo que tiene el acceso a los bienes culturales. Este es un modelo de crecimiento económico con inclusión social.

Durante el gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) surgió la idea de convertir el Palacio de Correos en centro cultural. El ex presidente era hijo de un trabajador postal y desde niño pudo visitar ese palacio histórico del Correo, cuando venía con su padre a la capital. Fue el correo la primera empresa restatizada, y ya en 2006 Kirchner decidió convertirlo en un centro cultural.

Hubo una fuerte lucha de muchos sectores en los años 90, cuando bajo el gobierno neoliberal del ex presidente Carlos Menem se decidió entregar el Correo a manos privadas. El imponente edificio que emerge en el centro de la ciudad fue terminado de construir en 1928.

Pero la historia de este edificio estuvo marcada, especialmente cuando fue privatizado a pesar de que era una empresa estratégica del Estado. El edificio fue dejado en pésimas condiciones, y también hubo estafas y deudas de ese mismo periodo.

Durante la pasada dictadura militar (1976-1983) comenzó a permitirse la actividad de empresas privadas en el servicio de correos y encomiendas, aunque la prestación del Servicio Postal Universal continuó en manos de la empresa estatal.

En 1997 fue finalmente privatizado por decreto y se entregó la concesión a la empresa Correo Argentino SA, propiedad del Grupo Macri, del cual era parte el actual jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Mauricio Macri.

Argentina fue uno de los primeros países del mundo en privatizar el servicio postal.

Hubo reiterados incumplimientos de contrato e incluso una enorme deuda; el edificio estaba en marcada decadencia cuando al fin se decidió su recuperación para el Estado.

Las obras restauraron una parte del edificio, declarado en 1997 monumento histórico, manteniendo su forma original, y ya se había avanzado durante los festejo del bicentenario en el 2010. Por eso la mandataria destacó que recuperar para uso cultural del edificio no lo puede hacer la inversión privada. Si no lo hace el Estado, no lo hace nadie.

Todas las actividades del centro cultural serán de entrada pública y gratuita y ya comienzan en junio..

Por eso la inauguración fue una fiesta popular en las calles alrededor y se vivió como una recuperación de identidad cultural. Miles de jóvenes festejaron y cantaron por la salvación de un edificio de la patria para todo el país. Sin duda será un centro de cultura que además albergará los sueños de integración cultural con el sentido de igualdad social con que se funda otro espacio de memoria y futuro, como dijeron varios jóvenes a La Jornada en una noche de festejos que continúa hoy en las calles de la ciudad.