La ambición y la necesidad económica de pescadores que capturan en costas yucatecas pepino de mar durante un breve periodo, que este lunes llegó a su fin, dejaron saldo de al menos cinco buzos muertos por descompresión, otros 40 ingresados en hospitales con cámaras hiperbáricas, enfrentamientos entre pescadores con decenas de lanchas quemadas, y al menos un fallecimiento en altamar por choque entre embarcaciones.

La temporada de captura del pepino de mar, equinodermo con presuntas propiedades afrodisíacas altamente cotizado en China y Japón, se abrió del 25 al 30 de abril con permiso de las autoridades estatales y la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca), para obtener un máximo de mil 300 toneladas.

En ese periodo 20 buzos sufrieron descompresión, pero ninguno murió. Sin embargo, al final de este espacio de captura, comenzaron los problemas entre pescadores que cazaron pepino de mar furtivamente, e invadieron litorales que fueron defendidos a sangre y fuego.

Los pescadores exigieron al gobierno estatal un periodo más para captura. Mientras las autoridades se decidían, los enfrentamientos aumentaron, principalmente en costas al nororiente de Yucatán, que abarca los municipios de Dzilam de Bravo, Río Lagartos, San Felipe y El Cuyo, colindante con Isla Holbox, en Quintana Roo. En tanto, se quemaron lanchas, capturaron pescadores de otras poblaciones y hubo balazos en alta mar.

Al final, la Conapesca autorizó capturar pepino de mar del 14 al 25 de mayo, 313.2 toneladas en la zona de Dzilam de Bravo, y 286.8 toneladas en Río Lagartos y San Felipe. Se extendieron permisos para 10 mil pescadores que dispusieron de 6 mil lanchas de calado mediano y otras lanchas pequeñas con un pequeño motor de arranque.

Al retornar los pescadores en busca del equinodermo, la Fiscalía General del Estado recibió el reporte de cinco buzos muertos por descompresión. La ambición y la necesidad económica de los pescadores son detonantes para que se rifen la vida capturando el pepino de mar, explicó Delfín Quesada, director de Pesca de la Secretaría de Desarrollo Rural y Pesca del gobierno estatal.

Los empresarios pagan a los pescadores de 65 a 75 pesos por kilo del equinodermo, muy poco para el riesgo que significa descender hasta 30 metros en altamar. Pero si pescan mucho, la paga se eleva; hay pescadores que ganan hasta mil pesos diarios. Para ello tienen que efectuar hasta 20 o más inmersiones. Por lógica, quedan descompresionados, dijo Delfín Quesada.

La tonelada del pepino de mar vendida en el mercado negro asiático, se cotiza hasta en 10 mil dólares, según empresarios que pidieron anonimato. Los pescadores ganan relativamente buen dinero, pero los empresarios ganan mucho más, dijo un empresario de Puerto Progreso.

Además de los pescadores muertos hubo enfrentamientos que dejaron 26 embarcaciones quemadas y 10 personas capturadas y liberados en pocas horas.

La última tragedia ocurrió el viernes 22, cuando se halló el cadáver del pescador Cristian Martínez, de 22 años, en playas del municipio de Dzilam. Según la policía pereció en altamar al colisionar dos embarcaciones.