Danza con técnicos en el futbol mexicano
l técnico Carlos Miloc comentó alguna vez que a un equipo, de tan bueno que era, lo podía dirigir hasta por teléfono. Era una broma, por supuesto, pero el uruguayo mostraba que los entrenadores no eran la parte más importante en el futbol, sino los jugadores.
Con otras palabras, pero así se lo plantearon a Gustavo Matosas cuando quiso modificar casi por completo al actual América. Entre otros, quería dar de baja a Paolo Goltz, Pablo Aguilar, Christian Pellerano, Michael Arroyo y hasta a Darwin Quintero, el jugador más caro en la historia del balompié mexicano (16 millones de dólares). Y quería a unos cuatro o cinco refuerzos de gran nivel.
Es decir, una limpia total a uno de los mejores planteles del torneo nacional. Muy extraña la petición de Matosas, sobre todo tomando en cuenta sus logros con el León: subió a primera y obtuvo un bicampeonato con jugadores desconocidos, de la categoría del ascenso, y varios de ellos despreciados por el Pachuca.
Así que Matosas ya sólo andaba buscando la puerta de salida de un equipo en el que lo más importante era el club y no el timonel. Sin embargo, el charrúa sigue siendo uno de los estrategas más cotizados y ahorita lo que le sobran son ofertas, mientras en las Águilas dan por hecho la llegada de Ignacio Ambriz, quien no ha logrado quitarse la etiqueta de “auxiliar de Javier Vasco Aguirre”.
Ambriz estaba haciendo un buen trabajo con los Gallos, hasta que la directiva metió con calzador a Ronaldinho en sus alineaciones y el equipo se le vino abajo. No parece un técnico del nivel para los azulcremas, pero lo mismo se dijo en su momento de Miguel Piojo Herrera.
En época de vacas flacas, cuando se dudaba de su permanencia en la banca celeste, Luis Fernando Tena aclaraba que de Cruz Azul sólo te vas hasta que te corren
. Pues finalmente lo fueron
al medallista de oro después de dos torneos malos y ahora a ver qué decide el mandamás cementero: el promotor Carlos Hurtado.
Con todo y su extraña danza al festejar goles, el polémico Tomás Boy dejó a los rojinegros. Nadie duda que El Jefe arma equipos que juegan bien y hasta el soberbio Ricardo LaVolpe ha resaltado su manera de analizar el futbol.
Sin embargo, como dijeron los mismos directivos atlistas, los equipos de Boy se caen en la liguilla, en los momentos buenos. Tienen algo así como el síndrome de jugar bien hasta que enfrentan la portería y no saben definir.
Caso especial el de José Guadalupe Cruz. Le dicen el profe porque en realidad sí es maestro normalista y con gran claridad de ideas pudo sacar agua del desierto que es el equipo Puebla. Salvó al conjunto del descenso y hasta conquistó la Copa Mx, en lo que representó el retiro de Cuauhtémoc Blanco. Sin embargo, en el cuadro de la franja sólo creen en cambios radicales de un torneo a otro y le dieron las gracias.
Otro ex atlantista, Daniel Guzmán, también cayó a las filas del desempleo. Fue inexplicable la forma en que los Xolos perdieron sus últimos partidos, luego del alto nivel futbolístico y superliderato que mostraban a mitad de campaña. El Travieso parecía haberse revalorado, pero los directivos tardarán en olvidar ese dramático declive.
La buena noticia para el Tijuana es el ascenso de Dorados, con lo que Grupo Caliente tendrá dos clubes en el máximo circuito: una raya más al tigre de la multipropiedad en el futbol mexicano.
Y mientras Carlos Reinoso fue ratificado en el Veracruz, el primer club en anunciar su fichaje en la estrategia es el Morelia. Mucho trabajo tendrá el estudioso Enrique Meza para levantar a un equipo sin pies ni cabeza, que terminó en el último sitio general y enfrentará serios problemas de descenso.