Es en represalia por el derribo de una nave militar, aseguran
Jueves 28 de mayo de 2015, p. 13
Guadalajara, Jal.
Sin mostrar los cadáveres a los familiares, tampoco fotografías de cuerpo entero sino sólo señas particulares (un tatuaje, una cicatriz), la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) inició el trabajo para identificar los cuerpos que tiene a resguardo tras los enfrentamientos del primero de mayo en Villa Purificación, Jalisco, al realizar además pruebas de ADN este miércoles durante toda la tarde y parte de la noche en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), a quienes cumplieron 26 días de búsqueda.
Dos familiares reconocieron entre el grupo a quienes buscan, en ambos casos gracias a tatuajes con motivos religiosos, pero en los cinco casos de quienes hasta ahora reclaman se harán nuevas pruebas genéticas que la Seido analizará antes de identificar parentesco.
Angélica María Curiel, quien busca a su hijo Alan Arredondo Curiel, fue una de las personas que logró identificarlo por medio de las fotografías. Era un tatuaje reciente
, dijo.
El abogado del grupo de familiares, Javier Díaz, dijo que se trata de una irregularidad de la Seido el no mostrar a los familiares fotografías de cuerpo entero para la plena identificación, como en todos los casos se exigió. También eso impidió, agregó, que se conozca el número real de cuerpos que se tienen.
En todos los casos ya se realizaron nuevas pruebas de ADN, salvo en el de Rosa Mondragón, quien busca a su esposo y tendrá que regresar al IJCF este jueves para que un hijo sea el que aporte el parentesco necesario en la prueba que la Seido.
Existen versiones sobre la existencia de un presunto campamento militar en el paraje de Villa Vieja, donde fueron dejados a la intemperie durante dos semanas los cuerpos de los abatidos en supuesta venganza tras el derribo de un helicóptero de la Defensa Nacional y la muerte de 9 elementos.