n el sur de la ciudad, en la colonia Ajusco Coyoacán, en una gran hondonada rodeada de paredes de lava, se creó en 1956 la Planta de Asfalto del Distrito Federal.
Según escribe el ingeniero Jorge Arganis Díaz, tenía como propósito atender la demanda de mezclas asfálticas para la pavimentación de la red vial, que iba surgiendo a consecuencia del crecimiento de la ciudad de México.
En sus primeros años, la planta se caracterizó por ser la entidad líder en tecnología de mezclas asfálticas; contaba con un laboratorio de investigación con equipo de punta y fue pionera en el país en la inclusión de polímeros y hules a las mezclas asfálticas.
Comenta que en la década de los 70 del siglo XX, la Planta de Asfalto tuvo su mayor auge. Al contar con maquinaria moderna atendió la gran demanda ocasionada por la construcción de los ejes viales, llegó a tener una producción máxima de 11 mil toneladas por día. Al paso de los años se volvió obsoleta y sus procesos se tornaron en una fuente de contaminación.
Ahora, finalmente hay un proyecto que le va a dar nueva vida al integrar las zonas aledañas y ampliar las vías de acceso. Lo desarrolla ProCDMX, Agencia de Promoción de Inversiones y Desarrollo para la Ciudad de México, antes Calidad de Vida, que fungirá como la Agencia de Inversión y Desarrollo del Gobierno de la Ciudad de México.
La nueva instancia ha tenido una ampliación en sus facultades para poder continuar con los proyectos de las Zonas de Desarrollo (Zodes), comprometidos por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera desde el inicio de su sexenio.
ProCDMX se hará cargo de promover y realizar proyectos estratégicos bajo esquemas de asociación y participación con el sector privado, la ciudadanía y la academia. Uno de los objetivos es convertir el predio de la Planta de Asfalto que, por cierto, posee gran belleza natural, en una fuerza de desarrollo sustentable, económico, de empleo y tecnología. Se busca que los beneficios se extiendan a las zonas aledañas, algunas de ellas caracterizadas por un déficit de equipamiento. En el proyecto éstos serán totalmente autofinanciables, no se requerirá presupuesto público para realizarlos.
Una de las primeras acciones será la ampliación y mejoramiento de las vialidades que lo rodean: avenida del Imán y la calle de Coras, con la finalidad de mejorar el flujo vehicular de la zona. Se les va a dotar de facilidades para una circulación más segura tanto para peatones como de ciclistas.
Al darle continuidad a las trazas urbanas que rodean al predio, el desarrollo se convertirá en una parte más de las comunidades existentes y no en una zona aislada de sus alrededores; se plantea generar una dinámica social y económica desde el interior del predio Planta de Asfalto hacia las zonas aledañas y viceversa.
El objetivo es la creación de una ciudad inteligente, que mediante la gestión de información logre el óptimo aprovechamiento de recursos como agua, electricidad y servicios públicos.
En el desarrollo urbano se toman en cuenta las nefastas experiencias de Santa Fe y el Nuevo Polanco. En estos sitios se autorizaron calles con banquetas angostas, el abigarramiento de construcciones, sin parques ni zonas de recreación y cultura, ni nuevas vialidades. Son un modelo de lo que no hay que hacer.
El ambicioso proyecto es a largo plazo, pero parece estar sentando buenas bases. Al frente de ProCDMX se encuentra un joven talentoso y muy bien preparado, Simón Levy, quien dirige con gran pasión y compromiso el desarrollo de las distintas Zodes.
Si el proyecto de la Planta de Asfalto logra materializarse como se planea, sin duda va a impactar de forma importante y muy positiva en la calidad de vida y el medio ambiente de la zona, y va a ser un modelo de desarrollo para la ciudad de México.
Y ya que andamos por estos rumbos vamos al Mercado del Imán, que se encuentra sobre la avenida del mismo nombre, para disfrutar unas ricas quesadillas en el local de los 10 hermanos.