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Debatirán nueva Ley de Libertad que no contempla el espionaje telefónico masivo

Expira la Ley Patriótica; Senado de EU no llega a un acuerdo

Fue promulgada en octubre de 2001 por Bush; legalizó la tortura y suspendió el habeas corpus

Preocupación de Obama y el jefe de la CIA por el vacío legal en materia de vigilancia

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Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado estadunidense, poco antes de comenzar la sesión especial sobre los programas de vigilancia, ayer en Washington. Al final de la sesión los congresistas se retiraron sin precisar cuándo volverán a analizar los términos de la nueva Ley de la Libertad Estadunidense, aprobada ya por la Cámara de Representantes y apoyada por el presidente Barack ObamaFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Lunes 1º de junio de 2015, p. 22

Washington.

Sin un acuerdo en el Senado, la medianoche de este domingo expiró en Estados Unidos la Ley Patriótica –una norma restrictiva de las libertades que promovió el presidente George W. Bush como respuesta a los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington en 2001– con lo que las agencias de inteligencia no tendrán más facultades para espiar las comunicaciones personales de millones de ciudadanos de este país.

Los senadores asistieron este domingo por la tarde a una inusual sesión, en cuya agenda estaba únicamente prevista la discusión de la Ley Patriótica. Al no llegar a un acuerdo sobre una eventual ampliación de la misma, por 77 votos a favor contra 17 decidieron que analizarán otro proyecto para sustituirla con la Ley de la Libertad Estadunidense, que facilitaría la investigación de planes terroristas, sin recurrir al espionaje telefónico masivo, pero haciéndolo más selectivo.

Los senadores se retiraron sin precisar cuándo volverán a analizar los términos de la Ley de la Libertad Estadunidense, aprobada ya por la Cámara de Representantes y apoyada por el presidente Barack Obama.

De acuerdo con los procedimientos de la cámara alta, la discusión y aprobación de la Ley de la Libertad Estadunidense no será inmediata y posiblemente será hasta mediados de semana cuando comience su debate.

La Ley Patriótica fue promulgada el 26 de octubre de 2001, menos de un mes después de los atentados perpetrados por la red Al Qaeda. Esta legislación fue duramente criticada por organizaciones defensoras de las libertades civiles no sólo por permitir el espionaje telefónico masivo sin autorización judicial, sino también porque legalizó la tortura y suspendió el habeas corpus (equivalente al amparo en México) en investigaciones sobre terrorismo.

Esta norma tenía cláusulas provisionales que expirarían en 2005, pero el Senado y la Cámara de Representantes se enfrascaron ese año en una discusión que llevó a la reaprobación final de la Ley Patriótica, con todo y límites a las garantías individuales y los derechos civiles, siempre que estuviera de por medio la seguridad nacional y los casos de terrorismo. En este debate, los senadores intentaron inicialmente cancelar las cláusulas que afectaban los derechos humanos.

La Ley Patriótica expirará esta noche (del domingo), dijo el senador por Kentucky, Rand Paul, aspirante a la candidatura presidencial por el Partido Republicano, quien destacó en el debate por su persistente rechazo a la legislación de 2001, así como a la Ley de la Libertad Estadunidense, por considerar que ambas son lesivas de los derechos ciudadanos en este país.

A pesar de la oposición, Paul reconoció este domingo que la norma sustituta en esta materia finalmente será aprobada, aunque de momento se logró el objetivo de provocar la expiración de la ley impulsada por Bush, su compañero de partido.

El 23 de mayo pasado, la mayoría de los senadores votaron contra la Ley de la Libertad Estadunidense y citaron a una sesión especial este domingo.

La Cámara de Representantes sancionó el 14 de mayo la norma que ahora está atorada en el Senado, con la cual plantea cesar la intromisión telefónica masiva desde las oficinas de entidades como la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) y autorizar a las compañías de telecomunicaciones almacenar los datos.

El 6 de junio de 2013, los periódicos The Guardian de Londres y The Washington Post publicaron que con el instrumento legal de la Ley Patriótica, la NSA tuvo acceso directo a contenidos de millones de usuarios de redes sociales y programas de los sistemas sociales de Google, Facebook, Apple, Micrsoft y otras empresas de Internet, con lo que estuvieron en condiciones de intervenir correos electrónicos, archivos compartidos, conversaciones en línea, videos, fotos, mensajes y blogs, además de espiar llamadas telefónicas.

Ambos diarios difundieron esa versión con base en una presentación en Power Point con todos los detalles sobre el programa denominado PRISM, implementado desde 2007.

Días después se sabría que ese documento electrónico y muchos más fueron entregados a los periódicos por Edward Snowden, ex analista de la NSA, quien se declaró horrorizado por la ilimitada capacidad de intromisión de las agencias de inteligencia y seguridad estadunidenses, dentro y fuera del país.

En virtud de que no hubo un acuerdo para mantener vigente la Ley Patriótica y dado que no hay, por ahora, una legislación que la remplace, tanto el presidente Barack Obama como John Brennan, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), expresaron este fin de semana su preocupación por el vacío legal en la materia.

Brennan advirtió este domingo que permitir la expiración de los programas de vigilancia incluidos en la Ley Patriótica podría implicar un aumento de las amenazas terroristas.

Esto es algo que no nos podemos permitir en este momento, alertó. Porque si miramos los horrendos ataques terroristas y la violencia que hoy tienen lugar en el mundo necesitamos mantener la seguridad en nuestro país, y los océanos ya no nos mantienen seguros de la forma que lo hacían un siglo atrás, señaló.

Obama instó el viernes al Senado a votar rápidamente la reforma legal y advirtió contra las consecuencias de no hacerlo. No quiero que nos enfrentemos a una situación en la que habríamos podido impedir un ataque terrorista o arrestar a alguien peligroso y no lo hayamos hecho debido simplemente a una inacción del Senado, señaló.