Eliminó a la suiza Bacsinszky y enfrentará a la checa Safarova
Hoy los partidos Wawrinka-Tsonga y Djokovic-Murray, en semifinales
Viernes 5 de junio de 2015, p. a14
París.
Durante los cambios de lado en su semifinal del Abierto de Francia, una enferma Serena Williams caminaba despacio hacia su silla, en donde parecía que no podía ni sentarse.
Con una temperatura cercana a los 30 grados Celsius, el día más caluroso del torneo de Roland Garros, la número uno del mundo se colocaba toallas con hielo en la frente y cuello, mientras tomaba agua.
Al inicio del partido, su juego era tan malo como su salud. No iba tras pelotas por las que normalmente correría. Y lo que más la delataba, incluso cuando ganaba puntos: se abstenía de sus gestos con el puño y sus conocidos gritos de ¡Vamos!
Pero nunca se le puede dar por derrotada sin importar las circunstancias. Abajo un set y un quiebre, y claramente lejos de su mejor nivel físico, Williams se las ingenió para alcanzar la final tras derrotar a la suiza Timea Bacsinszky por 4-6, 6-3 y 6-0.
Sorprendente. Esa es la diferencia entre las campeonas y las demás. No existe explicación lógica. Simplemente tiene la habilidad de reaccionar cuando está en peligro
, dijo Patrick Mouratoglou, entrenador de Serena.
Agregó dijo que su pupila ha batallado con un resfriado, que incluye fiebre y congestión en el pecho que le dificulta respirar
.
A un triunfo de un tercer título de Roland Garros y su vigésimo Grand Slam, Williams se enfrentará a la preclasificada 13, la checa Lucie Safarova, quien se impuso por doble 7-5 a la serbia Ana Ivanovic.
Lo intenté todo. Pensaba que si iba a perder, lo haría batallando. Espero estar mejor el sábado
, dijo Williams en francés a la afición, antes de ser interrumpida por la tos.
Safarova vive su mejor momento deportivo y en su segunda semifinal de Grand Slam (junto a Wimbledon-2014), no le tembló el pulso contra Ivanovic: Es un sueño que se hace realidad. Todavía me cuesta creerlo
.
Ivanovic, ganadora del Roland Garros en 2008, se mostró menos fresca que la checa, quien tras la victoria se tiró a la tierra batida de la central para celebrar su primera final de Grand Slam.
Hace dos años Safarova se alejó del tenis para trabajar en restaurantes con la intención de conseguir una licenciatura en hotelería. El año pasado era la 112 del mundo y tuvo que pasar por la clasificación para llegar al cuadro principal de Roland Garros.
Este viernes se disputarán las semifinales masculinas. Primero el suizo Stan Wawrinka (ocho) desafía al ídolo local Jo-Wilfried Tsonga (14) y más tarde llegará el plato fuerte: el serbio Novak Djokovic (uno) enfrentará al escocés Andy Murray (tres).