Hugo Cuatito Ruiz a veces siente desesperación cuando no se concretan las oportunidades. Antes de convertirse en el retador oficial al título supergallo del Consejo Mundial de Boxeo, tenía que enfrentar en una eliminatoria al filipino Nonito Donaire. El combate nunca se concretó y ordenaron que fuera directo por el cetro.

Pelear contra Donaire le habría servido de escaparate para darse a conocer entre la élite del boxeo, pero disputar el título con el mexicano Leo Santa Cruz podía catapultarlo a la cima de la fama y, en consecuencia, entrar al mundo de las grandes bolsas de ganancias.

Santa Cruz ahora titubea si defenderá su cinturón o lo dejará vacante.

Cuando no eres famoso puede ser difícil que los campeones te den una oportunidad. Ellos no quieren arriesgarse con un desconocido y prefieren enfrentar a alguien con fama y que les deje dinero, dice Cuatito.

Alega con insistencia que al final lo que le interesa es pelear con el campeón del mundo, sin importarle quién ostente el título.

Reclama que la posición de retador oficial fue producto de su esfuerzo, por lo que Santa Cruz no debe seguir con el suspenso de hacia dónde seguirá su carrera: Que se decida si quiere mantener el cinturón supergallo, pues si no le parece defenderlo ante mí, que lo deje vacante. Aunque yo no sea famoso, los de abajo también tenemos derecho de pelear por el título si estamos clasificados.

Cuatito sospecha que Santa Cruz desea evitar sorpresas y por eso ha elegido a sus rivales para mantenerse campeón mundial supergallo, recurso que utilizan varios peleadores para eludir riesgos.

Desde hace algunas peleas le están escogiendo a los rivales, se nota que les da poco tiempo para prepararse, los anuncia un par de semanas antes de la pelea y ninguno llega al ciento por ciento con tan poco tiempo de entrenamiento, señaló.

En las recientes peleas no ha lucido como el peleador que conocemos, por lo mismo ya ha sido muy criticado, agregó.

La lógica de Ruiz parte de lo elemental: si un campeón quiere sostenerse en su lugar, debe enfrentar a los mejores de su división, entre ellos a los que están en la cima de la clasificación.

Si no lo hace con el número uno de la clasificación está enviando un mensaje claro. Lleva un par de años sin enfrentar a los mejor clasificados y un campeón debe defender su título ante los mejores, considera Ruiz, quien sin embargo admite que ganar un título a un hombre de fama discreta no sabe igual que a un boxeador prestigiado como Santa Cruz.