El envío de tropas del Ejército y de la Marina a Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán se realizó por instrucciones del presidente Enrique Peña Nieto, a solicitud de los gobernadores de esas entidades y con base en las facultades otorgadas por la Constitución. Se trata de garantizar el derecho ciudadano a votar, en plena libertad y seguridad, en el territorio nacional.

En nombre del gobierno federal, el comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, y el vocero de la Presidencia de la República, Eduardo Sánchez, ofrecieron los argumentos para el operativo dispuesto, ante la posibilidad de actos violentos con los que algunos grupos han pretendido poner en riesgo la jornada electoral de hoy.

Informaron además de la recuperación de instalaciones de abastecimiento de combustibles y del inicio del reparto de gasolina en 50 estaciones, principalmente en la región de los valles centrales de Oaxaca.

La actuación de las tropas federales, detalló Rubido García, se ha enfocado de manera prioritaria a recuperar instalaciones tanto estratégicas como electorales y, hasta el momento del reporte –13 horas de ayer–, añadió, no se habían reportado incidentes, es decir, que no se ha dado confrontación alguna.

Convocado apenas una hora y media antes de su lectura, el mensaje de Rubido y Sánchez se dio sin aceptar preguntas. Soldados y marinos, indicaron, trabajan junto con agentes del Ministerio Público, personal del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Policía Federal y cuerpos locales de seguridad.

En conjunto, esas fuerzas protegerán a los ciudadanos que, con su voto, contribuyen a fortalecer la vida democrática de nuestro país. Los mexicanos quieren y tienen derecho a votar en paz y el gobierno de la República ejercerá sus atribuciones y tomará las acciones necesarias, dentro de la ley, para garantizarla, señaló Eduardo Sánchez.

A su vez, Monte Alejandro Rubido había resaltado la aplicación del operativo, con énfasis en aquellas entidades donde grupos sociales han realizado acciones en algunos municipios para tratar de interferir en el desarrollo del proceso electoral, esto particularmente en los estados de la región sur y en atención a las solicitudes de los gobernadores de las entidades citadas.

No dio a conocer el número de los efectivos movilizados, si bien la víspera se había reportado oficialmente el envío de 600 soldados, tan sólo a Oaxaca.

El comisionado Nacional de Seguridad insistió en la coordinación de la acción de las fuerzas federales con las autoridades locales y apuntalado, en cada estado, por el trabajo que realiza una mesa central de inteligencia, así como las labores que desarrollan los grupos de coordinación en las entidades.

Desde el viernes se realizan patrullajes terrestres, vigilancia aérea y recorridos costeros. En particular, apuntó Rubido, el operativo se ha enfocado a la recuperación y resguardo de instalaciones y por ello también se mantiene comunicación y coordinación con Petróleos Mexicanos, la Comisión Nacional del Agua, Comisión Federal de Electricidad y el Instituto Nacional Electoral, entre otras.

Ofreció informar de los avances de esta estrategia y aseguró: las fuerzas federales mantienen en operación todos los aeropuertos de la región y las carreteras.

Destacó la recuperación de instalaciones de abastecimiento de gasolina y su reparto a los expendios, los cuales se encontraban inhabilitados ante la falta de producto, por lo cual se habían formado largas filas de automóviles sin combustible, situación que trastocaba la cotidianidad de las ciudades, principalmente en Oaxaca.