Querétaro, Qro.

En esta entidad estarán hoy en disputa la gubernatura, 18 presidencias municipales y las diputaciones locales y federales, en una contienda caracterizada por las descalificaciones y acusaciones de corrupción entre los candidatos del PRI y el PAN.

Cuatro candidatos pelean por el gobierno del estado, en una elección que corre el riesgo de acabar en los tribunales.

El investigador y catedrático de la Universidad Autónoma de Querétaro, Efraín Mendoza Zaragoza, consideró que para la mayoría de la población no habrá gran diferencia si gana la gubernatura el PRI o el PAN, partidos que se han alternado en el poder en los pasados 18 años.

A su juicio, los candidatos del PRI y el PAN representan a una oligarquía que se enriqueció con el negocio inmobiliario surgido a partir del desarrollo urbano de la entidad, en la década de los setentas.

Más que cosa de partidos, es de familias, explicó Mendoza Zaragoza, e hizo notar que si el nuevo gobernador es el candidato del PRI, Roberto Loyola, serán cuatro sexenios al hilo en que dos familias, los Calzada y los Loyola, controlen la entidad.

Detalló que el actual gobernador, José Calzada Rovirosa, es hijo de Antonio Calzada, quien gobernó Querétaro en la década de los setentas, y el actual candidato priísta es hermano del ex gobernador Ignacio Loyola, quien llegó al poder bajo las siglas del PAN.

Comentó también que la situación de la izquierda es lamentable, ya que está pulverizada. Morena va a superar al PRD y el PT; este último no ha logrado el registro local y decidió apoyar al candidato del PRI.

Loyola va a aparecer cuatro veces en la boleta, porque lo impulsan también el PVEM y Nueva Alianza.

Encuestas realizadas por empresas privadas e incluso una que dio a conocer la Universidad Autónoma de Querétaro hablan de una contienda que podría llevar a que la elección para gobernador se dirima en tribunales.

Al respecto, el catedrático Mendoza Zaragoza, que presidió el Instituto Estatal Electoral hasta 2010, comentó que desde 1997, en que el PRI perdió la gubernatura y comenzó la alternancia en el estado, las votaciones han sido muy cerradas.

En los comicios de 1997, dijo, cuando Ignacio Loyola ganó la gubernatura bajo las siglas del PAN, la diferencia fue de cinco puntos. Seis años después, el panista Francisco Garrido rebasó al priísta Fernando Ortiz Arana con 3.47 puntos, y en 2009 el PRI recuperó el gobierno con cinco puntos. Comentó que ello significa que la diferencia ha sido entre 20 mil y 35 mil votos.

El presidente del Instituto Electoral del Estado de Querétaro (IEEQ), Gerardo Romero señaló que están preparados para hacer frente a la elección, cualquiera que fuese el resultado. Al respecto, la consejera Ana Lilia Pérez Mendoza hizo notar que la nueva legislación establece que en caso de que la diferencia entre el primer y el segundo sitios sea de un punto o menos, tendrá que llevarse a cabo un recuento total de votos.

En entrevista aparte, el académico Mendoza Zaragoza hizo notar que igualmente deberá haber recuento si los votos nulos exceden la diferencia entre el primero y segundo lugares.

Recordó que en 2003 los votos nulos representaron 2.45 por ciento de la votación, y en 2009 fueron de 3.41 por ciento.

Con los llamados y campañas que muchos grupos han hecho para nulificar el voto, no puede descartarse que se diera ese escenario, lo que haría que fueran los jueces los que decidieran, indicó.

Por ello, el IEEQ y los candidatos han insistido en el llamado a votar. La consejera Pérez Mendoza mencionó que el reto es mantener el porcentaje de votación de 67 por ciento, que es 10 puntos arriba de la media nacional.