Una vez cerradas las urnas, la tensión que reinaba en Chilpancingo, la capital guerrerense, se desató en violencia al filo de las 18:50 horas, cuando sujetos encapuchados incendiaron una camioneta a 200 metros del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (Iepcg), lo que provocó que fuera desalojado el personal del organismo, que regresó a sus labores al cabo de una hora.

El representante del partido Morena ante el Iepcg, Gerardo Robles Dávalos, dio a conocer que en el municipio de Cutzamala de Pinzón, ubicado en la región Tierra Caliente de Guerrero, civiles armados –presuntos integrantes de la delincuencia organizada– amenazaron a los votantes con intención de convencerlos de que no emitieran sus sufragios.

El gobernador Rogelio Ortega Martínez votó en Acapulco, donde aseguró que la elección de este 7 de junio se salvó, a excepción de los incidentes ocurridos en Tixtla, municipio que es sólo una de las 81 demarcaciones de la entidad, el único foco de conflicto. Hace ocho meses había incertidumbre casi absoluta acerca de si se efectuaría o no el proceso electoral. Hemos tenido siempre confianza y certeza de que el proceso se realizaría. Los ciudadanos y ciudadanas hemos demostrado que queremos la paz en Guerrero, queremos construir la armonía y la democracia es la oportunidad que nos da.

Entrevistado luego de que votó en la casilla 0255 del fraccionamiento Hornos Insurgentes, Ortega Martínez descartó que se hiciera uso excesivo de la fuerza en los municipios en conflicto como Tlapa y Tixtla, donde no ingresaron en ningún momento los 2 mil policías militares que tienen presencia en Guerrero.