Elmau.

Estados Unidos carece de una estrategia completa para entrenar a las fuerzas armadas de Irak en el combate al Estado Islámico (EI), reconoció este lunes el presidente Barack Obama en esta localidad del sur de Alemania, donde se celebró la reunión anual del Grupo de los Siete (G-7), que integran las mayores economías del mundo.

Casi un año después del retorno de militares estadunidenses a Irak –ocupado por Washington entre 2003 y 2011–, Obama admitió que el EI sigue ágil, agresivo y oportunista, en aparente alusión a la toma de ciudades sunitas como Ramadi, capital de la provincia de Anbar, donde los yihadistas declararon un califato que se extiende hasta el norte de Siria.

Obama hizo también una evaluación negativa de las acciones del ejército iraquí, aunque celebró que haya progresos significativos en áreas en las que Estados Unidos ha apoyado a las fuerzas de Irak, que ha recibido millones de dólares en asistencia desde hace 12 años.

El mandatario dijo que cuando los soldados iraquíes entran en combate sin el respaldo estadunidense suelen estar mal equipados y tienen la moral baja.

En Israel, mientras tanto, el primer ministro Benjamin Netanyahu exhortó a la Autoridad Nacional Palestina a iniciar conversaciones directas, abiertas y sin condiciones.

Tel Aviv, que hace año y medio lanzó su más reciente ofensiva sobre la palestina franja de Gaza, ha sido ya blanco de cohetes lanzados por salafistas –secta islámica radical– que se declaran partidarios del Estado Islámico.