La disparidad en el crecimiento entre los diferentes estados y regiones del país puede convertirse en una fuente de problemas de cohesión social, aseguró este martes Vicente Rodero, vicepresidente del consejo de administración y director general de BBVA Bancomer.

El crecimiento del conjunto de la economía mexicana ha sido bajo, particularmente en los pasados tres años, cuando se ha situado muy por debajo de las expectativas, expuso Rodero, al hablar en la Reunión nacional de consejeros de BBVA Bancomer.

En el mismo foro, el presidente del Grupo BBVA, Francisco González Rodríguez, sostuvo que México se mantiene como uno de los países con mejores indicadores macroeconómicos, fiscales y monetarios, posición en la que destaca en un entorno internacional marcado por dificultades.

Vicente Rodero, quien desde este miércoles asumirá la dirección de los negocios bancarios del Grupo BBVA, incluidos España y México, consideró que algunas de las razones del bajo crecimiento están en la crisis de los países desarrollados, la volatilidad de los mercados financieros y en la caída de los precios del petróleo –la principal fuente de financiamiento del gasto público en México–, pero también a problemas estructurales de la economía nacional, expuso Rodero.

Al hablar de crecimiento, tenemos que constatar que en México hay muchos méxicos. La economía crece a ritmos muy desiguales en el país y eso se comprueba no sólo con números, sino en las visitas a los diferentes estados, dijo.

En 2015, más de 10 estados de la república crecerán cerca de 4 por ciento, por encima de la media nacional esperada por Bancomer, de 2.5 por ciento, apuntó. Se trata de las regiones industrializadas y cuyo ciclo económico está más relacionados con Estados Unidos y con el turismo internacional.

Mientras tanto, los estados más dependientes del presupuesto federal y con una menor industrialización tienen perspectiva de crecimiento bajo, inferior a la media nacional e incluso negativo, añadió.

Este menor crecimiento relativo se explica por rezagos de inversiones e infraestructuras, pero también por menores niveles de desarrollo educativo, que limitan el crecimiento del país y pueden ser fuente de problemas de cohesión social, sostuvo.

Las reformas que impulsó el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, en ámbitos como el energético, de telecomunciaciones y competencia, no van a tener un efecto inmediato y factores externos pueden retrasar su impacto, dijo González Rodríguez.