En la residencia oficial estaban la esposa e hijas de Obama, que no abandonaron el lugar
Miércoles 10 de junio de 2015, p. 24
Washington.
La sala de prensa de la Casa Blanca y el edificio Dirksen, del Senado de Estados Unidos, fueron desalojados brevemente este martes debido a que se recibieron amenazas de bomba vía telefónica.
El Servicio Secreto interrumpió una sesión que se transmitía en vivo por televisión en la cual participaba el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, y poco antes de las dos de la tarde desalojaron el salón James S. Brady.
Varios pisos (en el edificio Dirksen) fueron evacuados como medida de precaución
, aseguraron las autoridades. Las labores en la sede del Senado, donde se discutía un tema de administración en el transporte, se reaunudaron cuando se comprobó que no había peligro.
Cerca de 20 minutos después de la evacuación en ambos edificios se permitió a los periodistas volver a la casa presidencial. Agentes del Servicio Secreto aseguraron que no había peligro y que el personal interno y los periodistas podían volver a los recintos, aunque la investigación sobre quién realizó las llamadas continúa.
El vocero del Servicio Secreto, Brian Leary, confirmó que la policía metropolitana recibió una amenaza de que había una bomba en la sala de prensa de la Casa Blanca
.
Earnest escribió en Twitter que la reunión se reanudaría en breve. Esperemos que no pase mucho
, dijo el portavoz, quien agregó que al momento de la alerta la esposa del presidente Barack Obama, Michelle, y las hijas del matrimonio, Malia y Sasha, estaban en la Casa Blanca pero no hubo necesidad de sacarlas. El mandatario no se encontraba.
Aunque han sido desalojadas partes de la Casa Blanca, como cuando un hombre ingresó el año pasado, es la primera vez que esto ocurre cuando se lleva a cabo una conferencia de prensa.
Muchas cadenas de televisión tienen cámaras instaladas de manera permanente en el salón de conferencias. Periodistas de esas cadenas dijeron que tras la evacuación las cámaras fueron enfocadas al techo para que el salón no pudiera verse.