Bruselas.

La declaración final de la segunda cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (UE-Celac) incorporó el rechazo a las medidas de carácter unilateral y efecto extraterritorial contrarias al derecho internacional, en clara referencia a las sanciones impuestas por Washington al gobierno de Venezuela.

Además, los 61 representantes gubernamentales reunidos en esta llamada capital de Europa, saludaron el restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

Los países de la UE anunciaron además una inversión superior a los 800 millones de euros en diversos sectores para apuntalar el desarrollo de las naciones del Caribe.

En los documentos presentados aquí como conclusión de dos días de deliberaciones, los 61 gobiernos participantes dejaron por escrito el rechazo a cualquier forma o manifestación de terrorismo, sea cual sea el autor, el lugar y el propósito y expresaron su determinación de luchar de manera eficiente contra esa expresión de violencia, de acuerdo con la Carta de Naciones Unidas y el derecho internacional.

Además, coincidieron en que las actividades de la delincuencia organizada y trasnacional pueden, en algunos casos, amenazar la estabilidad y la seguridad de los estados, debilitar el estado de derecho, los sistemas de gobernanza, las economías nacionales y su desarrollo y los derechos humanos.

Frente a esta convicción hicieron votos por aplicar según proceda, acciones concretas destinadas a reforzar la cooperación policial, la asistencia judicial y el intercambio transfronterizo de inteligencia, con el fin de desmantelar las organizaciones delictivas.

Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, anunció además la aprobación de 800 millones de euros para su contraparte en esta reunión, de los cuales 230 millones se destinarán el desarrollo sostenible de América Latina y el Caribe; 346 millones para un nuevo programa de financiación regional caribeño hasta 2020; 180 millones para proyectos de inversión estratégica; 81 millones para apoyar proyectos de educación superior y, finalmente, 25 millones más para un proyecto de fibra óptica para conectar a las dos subregiones.

Además, se ratificó el envío de un fondo (estimado por fuentes extraoficiales en 26 millones de euros) para respaldar a Colombia cuando se firme un acuerdo de paz con las FARC, especialmente dirigido las regiones afectadas por el conflicto armado.

En su condición de presidente pro témpore de la Celac, el ecuatoriano Rafael Correa felicitó los logros de la cumbre porque pueden incidir en el orden mundial, como los compromisos suscritos para encarar el desafío inmediato sobre el calentamiento global y presentarlos de manera conjunta en la cumbre sobre cambio climático de diciembre en París.

Lamentó, sin embargo, no haber tocado suficientemente en esta cita, el tema de la desigualdad, sobre todo para lograr la adopción de modelos cercanos a los de Europa porque aquí, cuando a las empresas les va bien, a la población le va bien, mientras en un país como Ecuador, 90 por ciento de las grandes empresas es poseída por 2 por ciento las familias.

Para Correa, europeos y latinoamericanos tenemos que conocernos mucho más.

Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, afirmó que estas subregiones estamos construyendo una asociación entre iguales, basada en beneficios y respeto mutuo.