Roma.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, responsabilizó a la guerrilla de las FARC de realizar durante muchos años un ecocidio en su país, porque protege la producción de la hoja de coca y el narcotráfico.

Esa producción ha devastado miles de hectáreas de nuestros bosques tropicales, de nuestras selvas, produciendo así y fortaleciendo el cambio climático, aseveró.

El mandatario participó en la misma sesión especial de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con sede en Roma, en que estuvo también el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.

Ambos presentaron a los integrantes del organismo de la Oraganización de Naciones Unidas sus reportes sobre el avance en la erradicación de la pobreza, el cumplimiento de los compromisos del milenio y su contribución a la lucha contra el cambio climático.

En este último aspecto el colombiano insistió en atribuir responsabilidades a la guerrilla, con la cual su gobierno lleva un proceso de negociaciones para poner fin al conflicto armado más antiguo del continente americano.

Con sus ataques terroristas e irracionales, como los que cometieron hace un par de días, en los cuales, en un acto que nadie entiende su lógica, pararon 200 tractomulas que transportaban petróleo y las obligaron a derramar el crudo en el sitio, petróleo que inmediatamente busca las quebradas, los ríos y contamina para siempre las aguas del mundo.

Por ello, insistió, la paz en Colombia tiene un altísimo dividendo ambiental.

Aseguró que el campo colombiano ha crecido a una tasa superior a 2.5 por ciento en los últimos cuatro años y su participación sectorial en el producto interno bruto se acercó a 7 por ciento el año pasado, lo cual demuestra que la agricultura es motor de crecimiento económico del país.

En los diálogos con los grupos guerrilleros, indicó, se incluyó como uno de los puntos de la agenda el desarrollo rural integral, sobre el cual ya se tiene un acuerdo de fondo.

Implicará, explicó Santos, la creación de un fondo de tierras para campesinos sin tierra o con poca tierra, alimentado en parte por predios adquiridos ilegalmente; la creación de una nueva jurisdicción agraria para proteger la propiedad rural; la conformación de incentivos para el buen uso de la tierra; programas de desarrollo integral para los territorios más afectados por el conflicto, y programas de seguridad alimentaria y servicios rurales.

Y aseguró también: No se está negociando la propiedad de la tierra ni nuestro modelo económico.

Además, informó sobre una reducción sustancial en su país del número de hectáreas con cultivos de coca y sobre la decisión adoptada recientemente de suspender la fumigación aérea de los cultivos ilícitos con el herbicida glifosato, atendiendo una recomendación de la Organización Mundial de la Salud. Se realizará ahora, indicó, la erradicación manual.