Tokio.

Unas 25 mil personas se volcaron este domingo a las calles de esta capital para rechazar la política del primer minsitro de Japón, el conservador Shinzo Abe, quien busca potenciar el papel militar de esta nación asiática.

Los manifestantes se concentraron frente a la sede del Parlamento para denunciar los proyectos de reforma constitucional de Abe tendientes a redefinir las reglas de intervención de las fuerzas armadas japonesas fuera del territorio nacional para apoyar a países aliados.

Los manifestantes, unos 25 mil según los organizadores, llevaban carteles con el número nueve, en alusión al artículo de la Constitución vigente desde 1947 que prohíbe a Japón hacer la guerra.

En defensa de su iniciativa, Abe proclama que Tokio no puede continuar bajo la sombra protectora de Estados Unidos y debe asumir la salvaguarda de sus intereses haciendo uso de sus propios medios.

La semana pasada dos destacados políticos japoneses, el ex primer ministro Tomiichi Murayama y el ex canciller Yohei Kono, declararon que la nueva política de seguridad nacional atenta contra el artículo noveno de la Carta Magna, en el que Japón renuncia a la violencia como medio de resolver disputas internacionales y reivindica el pacifismo.

Recientemente un grupo de académicos convocados por el máximo poder legislativo para que evaluaran las reformas argumentaron que eran inconstitucionales, lo que nutrió las protestas de diversos sectores sociales contra el proyecto militarista de Abe.

La actual Constitución fue impuesta por Estados Unidos al final de la Segunda Guerra Mundial con el propósito de impedir el renacimiento del militarismo imperialista.

Aunque las misiones que son catalogadas de bajo riesgo y el Parlamento tendrá amplias facultades para impedir el despliegue de los contingentes, existe riesgo real de que las tropas se vean envueltas en un combate, aseguró Abe ante la Dieta (el Parlamento).