La apertura en los sectores energético y de telecomunicaciones quedará consolidada con la renegociación del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM), aseveró Beatriz Leycegui, quien fue subsecretaria de comercio exterior y ahora es consultora privada.

La ventaja es que si mañana el Congreso de México decide dar marcha atrás a las reformas, esa apertura ya no se va cancelar, a menos de que se denuncie (ante organismos internacionales)... Los inversionistas tendrán más garantías porque si hay cambios, el gobierno debe indemnizarlos, dijo en entrevista.

Explicó que en controversias de inversionistas y estados, los tratados establecen mecanismos de solución y arbitraje. A los inversionistas se les deben respetar sus derechos y, si se les expropia, tienen que ser compensados porque así lo establecen los tratados.

La semana pasada, el presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, en gira de trabajo por Europa, anunciaron la renegociación del TLCUEM, en vigor hace 15 años. Cuando México negoció con la Unión Europea quedaron pendientes varias cláusulas que, en su momento, tendrían que ser revisadas para ampliar el acuerdo, y se concentraban en los temas agrícola, energético y de servicios, explicó Leycegui.

La ex secretaria desestimó el déficit comercial que México ha mantenido con la Unión Europea en los 15 años del TLCUEM, pues aunque dijo que sería deseable revertirlo con la renegociación, la mayoría de los productos que importa el país son insumos para las manufacturas de exportación. Así que no se debe ver mal un acuerdo en función de si hay déficit o no, menos aún si va acompañado de inversión y otras cosas buenas.

En general, en los acuerdos comerciales se estipula que los inversionistas foráneos tendrán el mismo trato que los locales, pero en los anexos se establecen excepciones. Una que siempre firmó México fue con los energéticos, pues se indicaba que nadie podía invertir en ese sector y ahí no podían aplicarse las reglas generales del tratado.

Sobre las cláusulas reservadas, Leycegui aclaró que se reservó el tema de servicios porque a principios de siglo estábamos muy cerrados en sectores como el de telecomunicaciones y el energético, donde no podían invertir ni empresarios nacionales ni extranjeros. México no se abrió hace años a Europa pero ahora ya.

Otro tema reservado se refiere a las inversiones, pues antes del Tratado de Lisboa, que data de 2007, la Unión Europea no tenía la facultad de negociar tratados sobre inversión, así que México hizo acuerdos bilaterales con cada país de la región, pero ahora ya se puede negociar con el bloque.