Madrid.

El primer día del nuevo equipo de gobierno del ayuntamiento de Madrid, presidido por la ex juez Manuela Carmena, estuvo marcado por la renuncia del concejal de Cultura y Deportes, Guillermo Zapata, tras conocerse polémicos tuits de su autoría, uno antisemita y otro en el que se burlaba de una víctima del grupo armado vasco ETA.

Zapata mantiene su cargo de concejal, al conservar su acta de parlamentario; seguirá formando parte del equipo y será presidente del distrito madrileño de Fuencarral-El Pardo.

Todos los grupos de oposición exigieron su destitución al conocerse el contenido de sus tuits.

Zapata, uno de los miembros más activos de la candidatura de Carmena y ligado al partido emergente Podemos, publicó entre 2011 y 2013 una serie de mensajes, que este lunes describió como chistes de humor negro:

¿Cómo meterías a 5 millones de judíos en un 600 (pequeño vehículo de la marca Seat)? En el cenicero; Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas (asesinadas) de Alcaser para que no vaya Irene Villa (que resultó mutilada de las piernas en un atentado de ETA) por repuestos; Rajoy promete resucitar la economía y a Marta del Castillo (adolescente violada, asesinada y desaparecida en Andalucía), fueron algunos de los tuits que provocaron el repudio de todos los grupos de oposición.

Algunos de esos mensajes fueron escritos al calor de un debate sobre los límites del humor, impulsado por el cineasta español Nacho Vigalondo, pero otros fueron redactados con el afán de ser ocurrente o simpático. Siempre me ha gustado el humor negro, aseguró Zapata.

Los mensajes aparecieron en medios de prensa en Israel, The New York Times y diversas publicaciones en varias partes del mundo.

La única formación que no pidió su renuncia fue Ahora Madrid, la plataforma que impulsó a Carmena.

Tras una reunión con la flamante alcaldesa madrileña, Zapata anunció su renuncia, y dijo que nadie le pidió el acta parlamentaria, por lo que mantiene su vínculo con el gobierno madrileño, lo que no fue bien recibido en los grupos de oposición.

“Quiero pedir perdón a las personas que se hayan visto afectadas por los tuits que he publicado en estos años; el contexto en el que se hicieron no justifica generar dolor ajeno a nadie”, indicó, y señaló que hablará con los familiares de las adolescentes asesinadas que mencionó en sus chistes y que enviaría una carta de disculpas a la comunidad judía.

Al margen del escándalo en Madrid, en otros ayuntamientos españoles se inició una nueva etapa. En Barcelona, la alcaldesa Ada Colau, en su primer acto, intercedió para evitar el desahucio de una familia en Nou Barris, uno de los barrios más castigados por la crisis. Su gestión sirvió para detener el lanzamiento y abrir una nueva vía de negociación para la familia.

En numerosas ciudades gobernadas por las nuevas coaliciones de izquierda se confirmaron los anuncios de que se reducirían los salarios, en algunos casos a la mitad, y que se iba a prescindir de los coches oficiales.

Por ejemplo, la alcaldesa de Madrid llegó a su oficina en metro. El alcalde de Valencia, Joan Rigo, lo hizo en bicicleta; el de A Coruña, Xulio Ferreiro, llegó caminando mientras escribía en un cuaderno las peticiones de quienes se acercaban a saludarlo.