Pese a la focalización de los programas sociales, las transferencias económicas de éstos llegan a hogares y personas que se encuentran en los deciles más altos de ingresos. En 2012, sólo 24.2 por ciento de los beneficiarios de Oportunidades estaba en pobreza extrema, indica un análisis de la Subsecretaría de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).

Refiere que la focalización de los programas sociales presenta errores de inclusión de hogares y personas pertenecientes a los deciles más altos de ingresos, pero aún así las transferencias sí llegan a los hogares de menores recursos y que residen en zonas rurales, para las cuales estos apoyos son una parte importante de sus percepciones.

Explica que en un análisis con datos a 2012, da cuenta de que 75.2 por ciento de las personas beneficiarias de Oportunidades, ahora Prospera, estaba en condición de pobreza y el resto en pobreza extrema, mientras que en el Programa de Apoyo Alimentario, 68.2 por ciento de los beneficiarios se encontraba en condición de pobreza y 17.2 en pobreza extrema.

Otros datos revelan que 65.1 por ciento de los beneficiarios de Procampo estaba en condiciones de pobreza, mientras que 57.4 de los que recibían la pensión de adultos mayores eran pobres, al igual que 56.6 de los que recibieron apoyos del Programa de Empleo Temporal.

Aunque las transferencias llegan a las personas de bajos ingresos o vulnerables, las cuales son las destinatarias principales de los programas, aún son insuficientes los esfuerzos, ya que persiste una distribución desigual en el ingreso. Sostiene que aunque el reto es elevar las transferencias de los programas sociales, el aumento de la cobertura debe combinarse con mejoras en la focalización de los apoyos, lo cual impactará en el abatimiento de la pobreza y la desigualdad.

Avanzar en el abatimiento de la pobreza, requiere incrementar las transferencias monetarias de los programas sociales en un contexto que asegure que los apoyos sean eficaces y progresivos, se enfatiza en el análisis.

Agrega que la superación de la pobreza requiere que las políticas públicas beneficien principalmente a las personas en condiciones de pobreza. Admite que no es una tarea sencilla asegurar que los beneficios de las políticas públicas se concentren en la población que más los necesita.

Para esto, detalla el análisis, con los apoyos focalizados se busca superar las limitaciones de esquemas generalizados.