El fénomeno repercutirá en la lucha contra el hambre y la pobreza, prevé la FAO
El calentamiento global provocará la reducción de propiedades nutricionales
Viernes 19 de junio de 2015, p. 4
Roma.
El calentamiento global tendrá profundas consecuencias sobre dónde y cómo se producen los alimentos, y llevará a una reducción de las propiedades nutricionales de algunos cultivos, afirmó ayer la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En el libro Cambio climático y sistemas alimentarios, la FAO señaló que este fenómeno también tiene implicaciones en la lucha contra el hambre y la pobreza y para el comercio mundial de alimentos.
El libro recoge las conclusiones de un grupo de científicos y economistas que realizaron un balance sobre los efectos del cambio climático en la agricultura y la alimentación a escala mundial y regional en las últimas dos décadas.
La directora general adjunta de la FAO para recursos naturales, María Helena Semedo, planteó en el prólogo del libro que la creciente amenaza del cambio climático para el suministro mundial y los retos de la seguridad alimentaria y la nutrición requieren medidas y políticas urgentes.
Destacó la necesidad de tener un enfoque más preciso en los factores principales de la adaptación climática, incluido el papel potencial que desempeña el comercio para mitigar algunos de los efectos negativos del clima en la producción mundial de alimentos.
Los autores explicaron que el cambio climático se suma al reto del rápido aumento de la demanda mundial de productos agrícolas –destinados a la alimentación, piensos y combustible– necesarios para hacer frente al crecimiento de la población y el incremento en los niveles de ingresos.
El editor del libro, Aziz Elbehri, de la División de Comercio y Mercados de la FAO, señaló que es probable que el cambio climático agrave la creciente desigualdad global, al prever que los efectos negativos recaigan sobre los países menos desarrollados y más vulnerables.
Para Aziz Elbehri se trata de un examen de cómo diversas tecnologías orientadas a la adaptación al cambio climático pueden tener beneficios laterales para la mitigación, incluyendo compensaciones.
Por ejemplo, dijo, los actuales biocombustibles basados en cultivos contribuyen a esta mitigación al ser una fuente de energía renovable, pero pueden agravar las emisiones mediante procesos como la deforestación.
El libro también pone de relieve el impacto potencial que el fenómeno puede tener sobre la salud y la nutrición, al agravar la prevalencia del hambre oculta –la falta crónica de vitaminas y minerales– y la obesidad.
La mayor concentración de dióxido de carbono –principal gas de efecto invernadero emitido por actividades humanas– disminuye la cantidad de zinc, hierro y proteínas, y aumenta el contenido de almidón y azúcar en algunos de los principales cultivos alimentarios del mundo, como el trigo y el arroz.