Alimentos que se consideran sanos y seguros que están en el mercado contienen altas concentraciones de sustancias tóxicas para la salud, como pesticidas y metales pesados.

Pruebas de laboratorio en las que se alimentó a ratas con productos equilibrados e higiénicos revelaron que contenían rastros de 262 pesticidas, cuatro metales pesados, 17 tipos de diosinas y furanos, 22 de organismos genéticamente modificados y 18 de bifenilos policlorados.

Además, en 11 de las 13 dietas que se utilizaron se detectó la presencia de transgénicos con grandes cantidades de Round up –químico desarrollado por Monsanto–, indica el estudio del equipo de Gilles-Eric Séralini, de la Universidad de Caen, Francia, quien en otros reportes ha demostrado efectos cancerígenos por el consumo de maíz transgénico.

El estudio muestra que los resultados de una serie de pruebas de toxicología reglamentarios realizados hasta la fecha son altamente cuestionables, con lo cual un sinnúmero de productos industriales, que son potencialmente peligrosos para la salud pública están en el mercado.

Resultados abrumadores

Los resultados de la investigación difundidos ayer en la revista científica Plos One apuntan a que todos los alimentos utilizados con esas sustancias tóxicas pueden causar enfermedades graves, alterar el sistema hormonal y nervioso de los animales.

Explica que los resultados fueron abrumadores. Todos los alimentos contenían concentraciones significativas de varios de esos productos. Los residuos de plaguicida más ampliamente usado en el mundo, que consta de glifosato y adyuvantes altamente tóxicos, como el Round up, se detectó en nueve de las 13 dietas. Once contenían transgénicos que se cultivan con grandes cantidades de ese químico.

El estudio lo realizó este equipo ante la necesidad de conocer si enfermedades, como tumores mamarios y problemas renales, se debían a factores genéticos o ambientales. Para ello, el equipo analizó la alimentación de animales de laboratorio, utilizando métodos estándar y con la ayuda de laboratorios acreditados. Se usaron alimentos de origen animal, de varias partes del mundo, con una dieta equilibrada e higiénica para los ejemplares de laboratorio.

Explica que las ratas se utilizan con frecuencia para probar los productos químicos y los alimentos modificados genéticamente antes de la comercialización con el fin de determinar los efectos sobre la salud en los mamíferos y predecir el riesgo en los humanos.

Se ha encontrado que estos productos son sospechosos de tener efectos cancerígenos y ocasionar otro tipo de enfermedades, pero dependencias de salud consideraron que muchos animales tienen predisposición a desarrollar tumores mamarios y daños renales, lo cual indicaba que no se podían atribuir esos padecimientos al consumo de pesticidas y transgénicos.