Líder de la salud moderna de México, reconocido por su tenacidad, rigor, disciplina y don de gentes, Guillermo Soberón Acevedo fue el promotor del derecho constitucional a la protección de la salud y la creación del sistema sanitario actual, de la Ley General en la materia, la descentralización de los servicios a los estados y muchas otras acciones médicas y administrativas, resaltó José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Ayer, Soberón Acevedo presentó su libro de memorias El médico, el rector; 34 años después de haber dejado la rectoría de la máxima casa de estudios, actividad que considera el mayor privilegio de su carrera.

Con una sonrisa recordó que desde su paso por ese cargo decidió compartir sus experiencias. Pasaron algunos años y ahora, próximo a cumplir 90 de edad, terminó ese pendiente. Para ello contó con la colaboración de Larissa Adler, Mauricio Ortiz y José Cuauhtémoc Valdés. La obra vio la luz con el sello del Fondo de Cultura Económica.

Soberón ha sido maestro y tutor de decenas de médicos, muchos de los cuales figuraron o se mantienen como protagonistas del sector, empezando por la secretaria Mercedes Juan; también fue compañero de muchos otros, entre ellos el rector Narro Robles. Ambos fueron alumnos predilectos de bioquímica del doctor José Laguna, recordó el mismo Soberón.

La convocatoria de la UNAM para la presentación de las memorias reunió en la antigua Escuela de Medicina a decenas de quienes fueron colaboradores, alumnos, compañeros de generación de 1943 de la carrera de medicina de Soberón; muchos de ellos que durante años han estado cerca y forman parte de lo que se conoce como el grupo de soberonistas tanto en la máxima casa de estudios, en el sector salud e incluso la iniciativa privada.

Ahí estuvieron el ex secretario de Salud Jesús Kumate, los ex rectores de la UNAM Octavio Rivero Serrano, José Sarukhán y Francisco Barnés de Castro, así como varios funcionarios de las instituciones de salud.

Entre sus múltiples actividades, Soberón promovió y fue el primer presidente de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), desde donde la iniciativa privada ha tenido participación en el diseño de las políticas públicas.

El rector Narro Robles destacó, de la trayectoria de su amigo, su capacidad para formar equipos de trabajo, dirigirlos, crear ideas y ponerlas en práctica.

Eso es lo que explicaría que gente cercana a Soberón se haya colocado en los puestos de mayor relevancia en el sector salud y en el trazo de políticas en la materia.

Y es que desde la transformación de la Secretaría de Salubridad y Asistencia en Secretaría de Salud y los cambios constitucionales y legales que se dieron por iniciativa de Soberón, ha habido continuidad en las políticas sanitarias del país.

Como presidente de Funsalud, Soberón auspició varios trabajos. Uno de ellos a cargo de Frenk Mora, el libro Economía y salud (1994), que una década después fue la base para la reforma que dio paso al Sistema Nacional de Protección Social en Salud y su brazo operativo, el Seguro Popular, justamente en el periodo en que Frenk se desempeñó como secretario de Salud (2000-2006).

Durante la presentación del libro, Mercedes Juan destacó que a Soberón se le identifica como un líder. Ha sido parte de acontecimientos que han contribuido a configurar el país. Ha sido un desarrollador de instituciones y por él existe el premio que reconoce esta labor y que lleva el nombre de Guillermo Soberón.