Se cumple un año de que el Estado Islámico creó un califato entre Siria e Irak
El premier de Reino Unido califica de declaración de guerra
la matanza de 30 británicos
Revela ministro del Interior tunecino que 7 posibles implicados en la masacre fueron detenidos
Martes 30 de junio de 2015, p. 17
Port El Kantaoui.
Al cumplirse un año de que el Estado Islámico (EI) proclamó un califato en el norte de Siria e Irak, los gobiernos de Alemania, Francia y Reino Unido se comprometieron este lunes a ayudar a Túnez en la lucha contra el terrorismo. En tanto, el primer ministro británico, David Cameron, afirmó en Londres que la matanza de 30 ciudadanos de su país el viernes pasado en una playa tunecina constituye una declaración de guerra
contra su país.
Los ministros del Interior de Gran Bretaña, Francia y Alemania, Theresa May, Bernard Cazeneuve y Thomas de Maiziere, respectivamente, visitaron ayer el hotel Riu Imperial Marhaban y la playa contigua en el mar Mediterráneo, donde un atacante solitario, armado con un fusil AK-47, disparó selectivamente contra 38 turistas extranjeros.
Hemos venido a mostrar solidaridad con esta democracia joven y todavía vulnerable
, afirmó De Maiziere.
Estamos dispuestos a mostrar que la libertad es más fuerte que el terrorismo
, agregó el funcionario alemán, quien junto con sus homólogos británico y francés depositó flores en el lugar del atentado.
En Londres, Cameron advirtió que combatientes del EI asentados en Siria e Irak planean ataques específicos contra Gran Bretaña, lo que supone una posible amenaza contra potencias las occidentales.
Hay personas en Irak y Siria que están planeando llevar a cabo atentados terribles en Reino Unido y otros lugares, y mientras exista el EI en esos dos países estamos bajo amenaza
, expresó Cameron en alusión a que el 29 de junio de 2014 el Estado Islámico proclamó un califato sobre una extensa franja territorial de esas naciones árabes.
En el último año, el EI ha ocupado varias localidades iraquíes y ha extendido sus ataques contra naciones como Arabia Saudita, Libia, Argelia y, por vez primera el viernes pasado, Kuwait, país que se había mantenido libre de conflictos desde 1990, cuando fue invadido por Irak.
El ministro del Interior tunecino, Najem Gharsalli, informó que siete personas fueron arrestadas por su probable complicidad con el agresor, identificado como Saif Rezgui, de nacionalidad tunecina, abatido el mismo viernes por guardias de seguridad del hotel Riu Imperial Marhaban, escenario de la matanza.
Comenzamos por detener a un primer grupo, cuyo tamaño es importante, de la red que estaba detrás del terrorista criminal
, afirmó Gharsalli, flanqueado por sus pares de Gran Bretaña, Francia y Alemania.
Los individuos capturados –cuya nacionalidad se desconoce– son interrogados en la ciudad de Túnez y se sospecha que apoyaron al solitario asesino en operaciones logísticas de resguardo y transporte.
El EI, que se adjudicó el ataque en Túnez el viernes anterior, hizo circular este lunes un video, en el cual se observa a Rezgui caminar entre cadáveres antes de ser abatido.
Las autoridades de Bahrein informaron, en tanto, que el sujeto que atacó una mezquita en Kuwait el viernes pasado hizo una escala de dos horas y media en este pequeño país del golfo Pérsico, en un vuelo de la aerolínea Gulf Air que aterrizó a las 22:40 del jueves procedente de Riad, capital de Arabia Saudita.
Fahad Suleiman Abdulmohsen Gaba, saudiárabe de 22 años que mató a 27 musulmanes chiítas en una mezquita con capacidad para 2 mil personas, no tenía antecedentes que sugirieran que planeaba llevar a cabo un atentado terrorista, según el gobierno de Bahrein.
Desde allí el saudiárabe viajó a Kuwait, donde falleció al hacer estallar explosivos que portaba en su cuerpo. El Estado Islámico se atribuyó el ataque.