Hermosillo, Son.

Habitantes de los municipios de la región del río Sonora protestaron ayer frente al palacio de gobierno estatal, y marcharon por calles de la ciudad, para exigir soluciones de fondo tras el derrame de 40 millones de litros de lixiviado de cobre acidulado de la mina Buenavista del Cobre, de Grupo México, a los ríos Sonora y Bacanuchi, el pasado 6 de agosto.

Unos 50 ciudadanos de Arizpe, Banámichi, Aconchi, Huépac, Baviácora, Ures y San Felipe de Jesús denunciaron que a casi un año del desastre ecológico no han sido retirados los contaminantes del lecho del río, no se han solucionado los problemas de abasto de agua potable en varias comunidades y tampoco se ha construido la clínica de especialidades, que atendería a los afectados por la contaminación.

Las compensaciones se reparten de forma inequitativa, acusan

Las autoridades nomás se han burlado de la gente con pagos (de compensaciones) a medias, con promesas de remediación; por eso decidimos salir a protestar y denunciar que los pagos que se han dado mediante el Fideicomiso Río Sonora se han repartido de forma inequitativa, reprochó Ramón Ángel Pacheco León, originario de Baviácora.

Los inconformes marcharon de la plaza Emiliana de Zubeldía, frente a la rectoría de la Universidad de Sonora, al palacio de gobierno y el Congreso local.

Acusaron que la minera Buenavista del Cobre, ubicada en Cananea, sigue contaminando el río Sonora, y que ahora llega hasta la presa Abelardo L. Rodríguez, a cuatro kilómetros del centro de Hermosillo.