Houston.

En un partido que fue un festín de patadas, la selección mexicana sumó su séptimo partido sin ganar, al empatar sin goles ante Honduras, en costoso juego de preparación por la lesión de Javier Hernández, quien podría quedar fuera de la Copa Oro.

Chicharito se fracturó la clavícula derecha cuando disputaba el balón con un jugador hondureño, quien dio un empujón fuerte que hizo que el mexicano cayera con su peso sobre el hombro derecho en el minuto 40, lesión que podría dejarlo entre tres y cuatro semanas inactivo, anoche en el estadio NRG de Houston.

No fue un accidente, dijo el entrenador tricolor después del juego. Un accidente es cuando uno tropieza en la cancha, pero aquí un jugador iba por la pelota y el otro lo atropella, a lo mejor no quería lastimarlo, pero sí iba por la falta.

Hernández es el segundo jugador del equipo tricolor que sale con una lesión en una semana. El zaguero Héctor Moreno se resintió de una vieja lesión en un dedo del pie derecho durante el duelo de preparación ante Costa Rica y quedó imposibilitado para jugar en la Copa de Oro.

Hasta ese momento del partido, el Tri había sido mucho mejor en la cancha, con más idea que los catrachos de tres cuartos al frente y con ocasiones para terminar con el cero en el primer tiempo.

Sin embargo, los postes, a disparos de Carlos Vela, así como una mano que desperdició Chicharito Hernández, le impidieron abrir el marcador al de mejor desempeño.

En la segunda parte, México perdió la verticalidad que por momentos mostró en el primer tiempo, y el Piojo intentó revitalizarlo con los ingresos de Giovani Dos Santos y Jesús Manuel Corona.

Sin embargo, nunca pudieron recuperar su peligrosidad al frente, eran más los esfuerzos individuales que las acciones colectivas, a pesar de lo cual merecieron el triunfo, sólo que el silbante se negó a marcar como penal una clara falta dentro del área sobre Giovani.

El partido terminó muy calientito con un conato de pelea.