Quito. Ecuador, que ha enfrentado en el último mes manifestaciones en favor y en contra del gobierno, está repleto de alegría por la visita que iniciará este domingo el papa Francisco, quien está cambiando la Iglesia católica, sostuvo ayer el presidente Rafael Correa. El mandatario izquierdista lamentó el sábado que el viaje de Francisco tenga como precedente las marchas opositoras, que según Correa quisieron dañar la visita papal. Correa pidió a su ministro de Interior, José Serrano, arrestar y sancionar a quienes atacaron a policías durante una manifestación que realizaron sectores de la oposición contra el gobierno el jueves pasado en Quito. Hablan contra el gobierno, yo soy el tirano, y miren cómo garrotean a simples policías, expresó el mandatario en su informe semanal de labores. Correa exhibió videos, en los cuales se muestran las agresiones de inconformes contra policías que mantenían un cordón de seguridad en el centro de Quito, con el fin de evitar que la marcha avanzara hasta el palacio de gobierno. Según el mandatario, la violencia con que se desarrolló la movilización dejó seis uniformados heridos, con fracturas en piernas y golpes en rostros, hombros y brazos.