Integrante del ensamble que ofrece dos conciertos al lado de la Sinfónica del IPN
El repunte del instrumento se debe a que hace 30 años institucionalizaron un concurso local e impulsaron su enseñanza en los municipios de Chiapas, explica el ejecutante a La Jornada
A 59 años de fundado, el grupo mantiene su vocación: rescatar, promover y difundir esa música
Jueves 9 de julio de 2015, p. 3
El auge de la marimba mexicana es tal que pocos recuerdan los serios predicamentos que ésta experimentó en los años 70 y hasta los albores de los 80 del siglo pasado, cuando estuvo en peligro de extinción.
Hoy puede afirmarse, sin duda, que vive una nueva época de oro
, como la que tuvo a mediados de la pasada centuria, afirma el intérprete, arreglista y docente Javier Nandayapa (DF, 1970).
Heredero de una ancestral tradición y un apellido legendario, el más joven del clan de los Nandayapa considera que ese repunte tiene mucho que ver con las medidas emprendidas en Chiapas hace tres décadas, cuando las autoridades institucionalizaron un concurso estatal del instrumento e impulsaron su enseñanza en los municipios de la entidad.
El resultado ha sido la generación masiva de ejecutantes, tendencia que a la fecha se mantiene con muchos niños y jóvenes interesados en aprender. Considero que Chiapas vive su mejor momento en ese sentido, con gran cantidad de intérpretes jóvenes
, afirma.
“Algo similar ocurre en Tabasco y Oaxaca. Hay un resurgimiento muy fuerte, aunque en estos dos últimos estados ha faltado sistematizar la enseñanza del instrumento, lo cual sí se tiene en Chiapas.
A principios de los años 80, la marimba corría grave riesgo de desaparecer ante los pocos intérpretes que había.
Javier Nandayapa expresa esas precisiones a La Jornada con motivo de la participación de la Marimba Nandayapa en el par de conciertos que la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (OSIPN) ofrece este jueves y el sábado para finalizar el segmento de primavera de su temporada 2015.
Mosaico veracruzano
El quintento de marimbas, fundado en 1956 por don Zeferino Nandayapa, fallecido en 2010, interpretará al lado de la agrupación estudiantil un programa típico mexicano integrado por cuatro piezas.
Una es de la autoría de don Zeferino, padre de Javier y otros dos de los cinco integrantes actuales del ensamble, Óscar y Norberto. Esa obra es Fantasía profana, considerada su partitura más importante.
También se tocarán dos de los múltiples arreglos que hizo de música tradicional para marimba y orquesta: un mosaico veracruzano y popurrí chiapaneco, además de la Rapsodia chiapaneca Río Grijalva, de René Ruiz Nandayapa, su primo.
De acuerdo con Javier Nandayapa, quien también es solista de marimba de concierto, el resurgimiento de la marimba mexicana también incluye a los constructores del instrumento, los cuales son suficientes para atender la actual demanda. Un censo reciente indica que en Chiapas al menos son 25 especialistas.
El principal problema que enfrenta esta actividad es el abasto de la materia prima, en particular la madera para la parte sonora del instrumento, las teclas, en cuya elaboración se utiliza de hormiguillo, la cual es muy escasa por la deforestación, señala.
El intérprete retoma el aspecto de la enseñanza del instrumento y resalta la desproporción prevaleciente entre los maestros chiapanecos y los de otras regiones, en particular de Tabasco y Oaxaca.
Afirma que mientras en la primera entidad se ha sistematizado la enseñanza de la marimba e incluso no sólo se imparte en la Escuela de Música de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, sino que está por crearse una maestría, en los otros estados se mantiene el método oral: sin clases de solfeo ni armonía, sino todo por repetición.
Para finalizar, destaca que la Marimba Nandayapa, como grupo, mantiene intacta la vocación con la que fue fundada por su padre hace 59 años: rescatar, promover, impulsar y difundir la música para este instrumento.
A raíz de la muerte de Zeferino Nandayapa, agrega el intérprete, el quinteto tuvo que restructurarse y poco a poco ha ido recuperando su camino: dar continuidad al trabajo que hizo nuestro padre durante toda su vida. Él nos dejó gran cantidad de obras originales y muchos arreglos musicales. Nuestro deber es preservarlas, seguirlas tocando o, en su caso, darlas a conocer. Su archivo es muy vasto y todavía hay mucho que trabajar en él
.
El programa de la OSIPN con la Marimba Nandayapa, dirigido por Jesús Galarza, como batuta huésped, será interpretado hoy a las 19 horas y el sábado a las 13 horas en el auditorio ingeniero Alejo Peralta del Centro Cultural Jaime Torres Bodet (Wilfrido Massieu s/n, esquina con Instituto Politécnico Nacional, colonia Zacatenco).