Francisco Ramírez Acuña, reconocido por haber destapado a Felipe Calderón Hinojosa como candidato del PAN a la presidencia de la República, se descartó en el proceso de elección del dirigente nacional y se sumó a la propuesta de Ricardo Anaya Cortés, quien se disputa esa posición con Javier Corral.

Beneficiado en el pasado por los usos y costumbres panistas y por los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, el ex gobernador de Jalisco, ex secretario de Gobernación, ex diputado federal y ex embajador de México en España se presentó ayer como crítico acérrimo de la corrupción imperante en el PAN y de la escasa credibilidad en éste.

Es preocupante que los ciudadanos han dejado de creer en nosotros, en el PAN. Se ve un partido sin ideología definida; las derrotas son más frecuentes en cada elección; existe un fuerte malestar por los casos de corrupción interna y externa de algunos de nuestros compañeros, que han sido documentados, sin que en Acción Nacional se actúe en consecuencia.

Conocido por su conservadurismo y su inflexibilidad ante la renovación generacional y democrática en el PAN, Ramírez Acuña también argumentó que el blanquiazul se ha alejado de los jóvenes, y consideró a Ricardo Anaya ejemplo de eficacia en política. Por tanto, para resolver los males que aquejan a su partido sugirió la creación de una comisión que permanentemente revise y analice las denuncias de corrupción y maltrato de autoridades, funcionarios y legisladores vinculados con el PAN, para que se sancionen los abusos y oportunamente sean castigados, y de esa manera el partido no cargue con la responsabilidad de excesos y abusos individuales.

Al reconocer implícitamente que el respaldo que supone tener no sería suficiente para contender, prefirió sumarse a Anaya, quien se perfila para ganar la dirigencia panista. Estoy convencido de que la propuesta de Ricardo Anaya es la que más se acerca, a lo que, creemos, hoy necesita el PAN para los tiempos por venir.