Bruselas.

Los acreedores de Grecia representados por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional evaluaron que las necesidades de ese país para un tercer rescate fluctúan entre 82 mil millones y 86 mil millones de euros, pero también están considerando una salida temporal de ese país de la zona euro si no se alcanza un acuerdo.

En este contexto, los líderes de la eurozona continuaron el debate el domingo en busca de un acuerdo para mantener a Grecia en la unión monetaria, pero advirtieron que aún no están dadas las condiciones para iniciar las negociaciones de un nuevo rescate financiero, ya que Atenas primero debe restablecer la confianza aprobando reformas claves esta semana.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, suspendió la cumbre extraordinaria de los 28 miembros de la Unión Europea (UE), prevista para la tarde del domingo, que habría sido necesaria en caso de una salida del país heleno del bloque monetario, y en su lugar se celebró sólo la cumbre de los 19 jefes de Estado y de gobierno de la eurozona.

Fuentes del bloque explicaron que la cancelación se debe a las arduas negociaciones que vienen manteniendo los ministros de Finanzas de la eurozona, y la falta de un acuerdo sobre un nuevo paquete de rescate que impida la bancarrota de Grecia. Por eso, Tusk informó que iban a continuar las discusiones de los ministros hasta que concluyamos las conversaciones sobre Grecia.

El borrador, preparado por los ministros de finanzas de la zona euro, no descarta una Grexit. En caso de que no haya acuerdo se deberían ofrecer a Grecia rápidas negociaciones para una salida temporal de la zona euro, reza el texto. Este pasaje, inscrito a petición del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, está entre corchetes, lo que indica que no es una propuesta definitiva.

En una primera reacción al borrador, un funcionario del gobierno griego dijo: ¿Cómo pueden exigir todas estas medidas a último minuto sin asegurar una línea de vida que nos mantenga hasta la semana que viene? Al respecto, un funcionario europeo indicó que en una reunión del Eurogrupo el lunes se podrían discutir formas de aportar financiamiento de emergencia para mantener a Atenas a flote.

Piden seis medidas

La eurozona sugiere poner a Grecia prácticamente bajo tutela a cambio de un tercer plan de rescate, según el documento preliminar que se discute: a partir del miércoles Grecia deberá tener aprobadas seis medidas profundas, incluida una reforma tributaria y de las pensiones. El paquete completo deberá ser apoyado por el Parlamento griego antes de comenzar a negociar.

Para restablecer la confianza, el borrador exige que en sólo tres días el Parlamento apruebe las medidas de ajuste y pide supervisar ciertas leyes. El gobierno (griego de Alexis Tsipras) deberá consultar y acordar con las instituciones todos los proyectos de ley en áreas relevantes antes de someterlas a la consulta pública o al Parlamento, afirma el eurogrupo.

Los ministros de Finanzas piden una reforma ambiciosa de las pensiones, la apertura de comercios los domingos, la liberalización de farmacias y de otros sectores como el energético, así como nuevas privatizaciones.

El texto en su conjunto es muy malo, intentamos encontrar soluciones, dijo una fuente griega, y afirmó que su país no puede esperar más para encontrar un acuerdo, de ser posible este domingo.

El ministro de Finanzas de Grecia, Euclides Tsakalotos, guardó silencio ante las nuevas exigencias de la eurozona. Pero la reacción entre los diputados del partido de izquierda radical Syriza de Tsipras, aún dolidos por tener que aceptar medidas de austeridad a las que se habían opuesto, fue furiosa.

Lo que está en juego aquí es un intento de humillar a Grecia y a los griegos, o de derrocar al gobierno de Alexis Tsipras, declaró Dimitrios Papadimoulis, un integrante de Syriza del Parlamento europeo.

Entre las opciones sobre la mesa hay también una propuesta alemana de crear fuera de Grecia un fondo que reagrupe los activos griegos fruto de las privatizaciones prometidas por un total de 50 mil millones de euros. Este fondo serviría luego para pagar la enorme deuda del país.

La desconfianza y las dudas sobre la voluntad de Grecia de aplicar las reformas y ajustes que presentó la semana pasada marcaron el arranque de esta cumbre, en la que Alemania y Francia se oponen radicalmente. No habrá acuerdo a cualquier precio, dijo la canciller alemana Angela Merkel al llegar a la reunión, y aseguró que se ha perdido la moneda más importante: la confianza y la fiabilidad.

Se hará un esfuerzo: Hollande

Francia hará todo lo posible por alcanzar un acuerdo, afirmó a su vez el presidente francés François Hollande, considerado uno de los más cercanos a Grecia en la zona euro.

“No existe nada como una Grexit temporal, sólo hay una Grexit o ninguna Grexit. Es Grecia en la zona euro o Grecia fuera de la misma. Pero en ese caso se trata de Europa, que da marcha atrás y ya no avanza y yo no quiero eso”, señaló Hollande.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, aseguró que un acuerdo era posible si todas las partes lo quieren. Asimismo, Tsipras se entrevistó por teléfono con el secretario estadunidense del Tesoro, Jack Lew, buscando su apoyo para un acuerdo que respete a los griegos. Le insistió en que para obtener un acuerdo hace falta buena voluntad de los dos lados.

Atenas presentó la semana pasada un paquete de reformas y ajustes para convencer a sus socios de la zona euro de que le otorguen un tercer programa de rescate, que ya se benefició de dos rescates en 2010 y 2012. El paquete incluye recortes de pensiones, subidas del IVA, privatizaciones y nuevos impuestos para las empresas, pero no ha sido suficiente para los socios europeos de Grecia.

Catástrofe, advierte Luxemburgo

Ahora los socios europeos han hecho patentes sus divisiones. El sábado el presidente del eurogrupo decidió suspender el encuentro después de que el ministro alemán Wolfgang Schauble le pidiera al presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, que no le tomara por imbécil. Este domingo, Luxemburgo advirtió a Alemania de una catástrofe si empuja a Grecia a dejar la zona euro.

Desde que se impuso el corralito el 29 de junio, la economía griega está paralizada. Los bancos sobreviven únicamente gracias a la ayuda de urgencia del Banco Central Europeo, que espera una decisión política para determinar si sigue apoyando al país.