Políticas públicas contra las drogas son fallidas y generan violencia: especialistas
Miércoles 15 de julio de 2015, p. 39
Las políticas públicas contra las drogas a escala global son fallidas y acarrean consecuencias catastróficas en lo que se refiere a la violencia. Estas estrategias responden a intereses económicos y políticos, pues hay más muertes por la lucha contra el narcotráfico que por el consumo de estas sustancias; asimismo, por cada dólar que se gasta en México en atención a la salud de los consumidores se destinan 100 a la lucha antinarco.
Así lo consideraron académicos universitarios durante la mesa Disertaciones temáticas: drogas, uso lícito e ilícito, organizada por la Coordinación General e Difusión de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Jorge Javier Romero Vadillo, profesor-investigador de la UAM unidad Xochimilco, enfatizó que la violencia generada por la política mundial antidrogas es más cruda en los países considerados productores, entre ellos México y Colombia.
Aquí se encarcela a los consumidores, cuando lo que debe existir es una política de información para generar la percepción adecuada del nivel de peligrosidad de cada droga.
Prohibir el consumo de estas sustancias, dijo, conlleva efectos desastrosos
en materia de salud, pues esa restricción está relacionada con un crecimiento exponencial de los contagios de hepatitis C y un grave aumento de casos de sida.
Por su parte, Gady Zabicky Sirot, académico de la Facultad de Sicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, apuntó que dichas políticas responden a intereses económicos y políticos, pues en realidad hay más muertes por consumo de alcohol y tabaco, así como por la guerra contra el narcotráfico, que por el consumo de mariguana, por ejemplo.
El gobierno mexicano, en lugar de fomentar medidas de reducción en consumo de drogas, sólo ha logrado criminalizar a los jóvenes, y por cada dólar que se gasta en cuestiones médicas, se están gastando hasta 100 dólares en mantener esta guerra contra el narcotráfico
, indicó.
Ana Laura Bernal de la Concha, terapeuta en adicciones del Centro de Atención Integral para Adolescentes, dijo que en el ámbito familiar y social el alcohol y el tabaco son dos elementos cotidianos en las reuniones sociales o en celebraciones deportivas.
Por un lado nos prohíben drogas de difícil acceso, pero nos dan libertad para tomar bebidas alcohólicas sin educarnos sobre las consecuencias adictivas de consumirlas. El problema aquí es de tipo biosicosocial, puesto que ambientes disfuncionales, la depresión y emociones negativas tornan vulnerable al sujeto que recurre al alcohol
.
En su turno, Édgar Vázquez Contreras, del Departamento de Ciencias Naturales de la unidad Cuajimalpa de la UAM, explicó que desde el ámbito de la bioquímica y la biología molecular, los estudios tratan de identificar los efectos que buscan las personas adictas al consumo de drogas para recrearlos mediante el diseño racional de fármacos.
Si profundizamos y comprendemos bien los procesos y funciones del cuerpo humano que ocurren en quienes consumen drogan, podríamos recrearlos en el laboratorio e identificar el elemento que requiere el paciente para curar su enfermedad
, planteó.