Una chica regresa sola a casa de noche
iudad del pecado. Para su primer largometraje, Una chica regresa sola a casa de noche (A girl walks home alone at night), la realizadora británica de origen iraní Ana Lily Amipour elige dar un vuelco perverso a algunas convenciones culturales y a ciertos rasgos del género fantástico.
Ambienta su relato, protagonizado por una figura vampírica, en una ciudad ficticia iraní situada en California; el idioma de los personajes, de origen persa, es el farsi; y el vampiro –ángel exterminador, flagelo de pecadores– es una misteriosa mujer enfundada en un chador. Como heterodoxia humorística, la joven depredadora camina al compás de sus víctimas, imita sus movimientos, las aturde y enloquece como proyecciones de sí mismas, e incluso se desplaza por las calles en la patineta que ha arrebatado a un niño. Es una bella dama sin piedad que mantiene en jaque a una población masculina sorprendentemente vulnerable. Es el mundo islámico al revés, al menos durante el tiempo de una alucinada fantasía gótico-feminista.
Filmada en blanco y negro, con atmósferas y texturas que evocan el relato fantástico, el cine negro y la novela gráfica (la ciudad imaginaria se llama Bad city, alusión apenas velada a Sin city, de Frank J. Miller), la historia es ante todo una alegoría romántica. La misteriosa chica que patrulla la ciudad del mal, saciando en sus víctimas viriles toda su sed de sangre y de revancha, no puede evitar sucumbir al encanto del joven Arash (Arash Marandi, un James Dean persa, según la directora). La fuerza depredadora quedaría así vencida por su posible presa, como aquel trabajo letal que por amor se suspende en Las intermitencias de la muerte, del portugués José Saramago. Se recicla así el mito de la última pareja romántica, cultivado por el cine de Nicholas Ray, Godard y Léos Carax, y también su desenlace oscuro, en esta historia de horror gótico que es, ante todo, un malicioso juego de simulaciones. Un notable cierre del Foro.
Se exhibe en la sala 1 de la Cineteca Nacional. Funciones a las 12 y 17:30 horas.
Twitter: @CarlosBonfil1