Tiene la Seido información de huellas y códigos de barras
Domingo 19 de julio de 2015, p. 6
El túnel por el que se evadió el líder del cártel de Sinaloa hace ocho días fue construido por ingenieros especializados en minería, utilizaron la tecnología que se emplea para la apertura de galerías de exploración y a lo largo de los mil 500 metros de longitud colocaron dos zonas de reabastecimiento de oxígeno y materiales, evitando así largos traslados del personal que laboró en la obra.
Las investigaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), han logrado información de los códigos de barras, etiquetas y hasta huellas en diversos materiales.
Funcionarios que participan en el Gabinete de Seguridad Nacional señalaron que la tarea inmediata del Ministerio Público Federal será descubrir la red de personas que construyeron el túnel por el que se escapó Joaquín El Chapo Guzmán Loera.
Los peritajes realizados refieren que antes de comenzar con el desarrollo de la galería, se cavó un cuarto subterráneo de tres por tres metros, con una altura similar, en el cual se ocultó una planta generadora de luz y sobre ella se instaló un techo soportado con polines y una loza que cubrió la mayor parte del espacio.
A ras de piso solamente se veían dos aberturas, como si se tratara de una cisterna con dos puntos de visión, Sin embargo, una de ellas permitía bajar al espacio que posteriormente sirvió para iniciar la construcción de la galería que llegaría hasta 19 metros debajo la celda de Guzmán Loera. La segunda funcionó como un respiradero.
Para disimular la emisión de gases y humo que genera la planta de energía eléctrica, se instaló una chimenea que sale al exterior de una de las paredes de la bodega, el tiro está disimulado como si se tratara de un asador, ya que se instalaron dos parrillas sostenidas por tabiques y debajo pedazos de madera que parecen haber sido quemados.
Durante un recorrido por el lugar se observó que para llegar al cuarto donde está la planta de luz, es necesario descender por una escalera de madera; al lado de la parte baja se colocaron algunos desperdicios de construcción y hasta materiales aislantes que no fueron utilizados, así como algunas ruedas de plástico que servían de refacción para los carritos y mecanismos que hacían que dos motocicletas recorrieran los rieles de la galería.
El primer tramo del túnel es de casi dos metros de ancho, para soportar el mismo se colocaron polines en techo y paredes. Posteriormente se fueron utilizando rotomartillos apoyados en las paredes del pasadizo: los peritos refieren que eso demuestran las perforaciones que se hicieron cada 30 centímetros.
Luego de tres metros el túnel de 1.70 metros de altura y 2 metros de ancho se reduce a 1.40 metros de alto y entre 70 y 80 centímetros de ancho. Para recorrer de manera rápida la galería se utilizaron las motos con carritos de carga sobre tubos de acero que hicieron las veces de rieles.
Funcionarios entrevistados señalaron que debido a que la ventilación no era suficiente, los trabajadores que participaron en la construcción del túnel utilizaron oxígeno durante sus labores, y para no tener que regresar al principio del túnel, se construyeron dos cuartos de abastecimiento.
El túnel pasó por debajo de un ojo de agua que se encuentra entre el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1 del Altiplano, y la bodega desde la que se construyó el pasadizo.