Moscú.

Mediante un duro comunicado de la cancillería rusa, el Kremlin condenó las maniobras militares que Ucrania, Estados Unidos y otros países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) comenzaron este lunes en la región de Lvov, en la parte occidental del vecino país eslavo, colindante con Polonia.

El texto califica de evidente prueba del rumbo provocador que emprende la alianza noratlántica respecto de Rusia, con las maniobras denominadas Saber Guardian/Rapid Trident-2015, en las que alrededor de 800 soldados ucranios compartirán misiones de combate con 2 mil militares de 18 países, entre otros Estados Unidos, Reino Unido, Polonia, Rumania, Bulgaria, Lituania y Georgia, así como tratarán de contrarrestar los efectos de operaciones de desinformación de un enemigo virtual. Porque, agrega, muestran el respaldo irrestricto (de la OTAN) a la política de las autoridades de Kiev en el sureste del Ucrania, donde cada día mueren civiles.

Para Rusia, a pesar de las grandilocuentes declaraciones del bloque (noratlántico) de que hay que respetar los acuerdos de Minsk y de su apoyo, oficialmente proclamado, al alto el fuego, la OTAN no sólo no reconoce lo erróneo y las posibles consecuencias irreparables de ese tipo de ejercicios, sino que ahora aumentó la magnitud y el número de participantes respecto de años pasados.

La OTAN –insiste la cancillería rusa– debería ser consciente de que esas acciones ponen en entredicho el arreglo político de la profunda crisis interna en Ucrania.

Hasta el próximo 31 de julio, militares ucranios y noratlánticos simularán coordinar acciones conjuntas en una operación en un país imaginario, inmerso en una guerra híbrida, como se ha dado en denominar aquí al conflicto armado en el este de Ucrania.

Se da por hecho que ahí se enfrentan el ejército regular de Ucrania, soldados y oficiales de Rusia que asumen combatir por voluntad propia y durante sus vacaciones, voluntarios de verdad de muchos países en ambos bandos, mercenarios al servicio de los magnates con intereses económicos en la zona, guerrilleros y activistas locales que toman las armas para defender su tierra y hasta grupos de criminales que, a río revuelto, saquean a la población civil.

En tanto, el gobierno del presidente ucranio Petro Poroshenko dio hoy nuevos pasos en dirección contraria a Moscú al promulgar leyes que fortalecen la cooperación de Ucrania con la OTAN, entre ellas una que establece el fundamento legal para la participación ucrania en proyectos noratlánticos, en lo que concierne a aspectos logísticos, y otra que tiene que ver con el intercambio de información y de coordinación de sistemas de comunicación.