La devaluación del peso frente al dólar impactó los precios de los agroquímicos, que en el primer trimestre del año incrementaron 20 por ciento; la tonelada de urea –uno de los productos más utilizados por los labriegos– cuesta 7 mil 551 pesos la tonelada, mientras que en el mercado internacional se cotiza en 4 mil 700 pesos. Ello afectará los costos de producción; pero ante los bajos precios de los granos, su uso disminuirá advirtieron dirigentes de agrupaciones campesinas.

México importa 3 millones de toneladas de urea, equivalentes a 80 por ciento del consumo interno, según información de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación. Con precios deprimidos para sus cosechas y alzas en los principales insumos para la producción, el futuro no es halagador para el campesinado, dijo Luis Gómez Garay, dirigente de la Unión General Obrero Campesina y Popular (UGOCP).

No hay razón para que los precios de fertilizantes y diésel agropecuario sean excesivamente altos en comparación con los precios internacionales, ello refleja que la visión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público es de extraer la mayor cantidad de recursos del bolsillo de los productores y de los consumidores, expuso Alfonso Ramírez Cuéllar, dirigente de El Barzón.

Un análisis del Observatorio del Barzón, destacó que si los precios de los agroquímicos en el mercado interno se equipararan al internacional, los productores tendrían un ahorro de 2 mil 852 pesos por tonelada.

Expuso que si bien los precios internacionales de los agroquímicos –de acuerdo con datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos– aumentaron 19 por ciento en lo que va del año, en el país registraron incrementos más elevados en el mismo periodo. Esto, es provocado por el tipo de cambio del peso frente al dólar, pues el mayor volumen de los agroquímicos utilizados son importados del extranjero, principalmente de Estados Unidos.

El análisis también destacó que el precio del diésel se ha incrementado en los pasados seis años, y actualmente es similar al precio de la gasolina Premium, lo que ha impactado la economía de 258 mil productores, que anualmente utilizan 600 millones de litros de diésel.

Se está generando un riesgo a corto plazo, pues la situación económica campesina es muy difícil. Estamos frente a una situación de emergencia por la caída de los precios de los principales granos y el alza de los insumos. Hay un descarado proceso de expropiación de recursos, mediante los altos precios de los energéticos y de los insumos, de bajos precios por las cosechas y de elevados precios de los alimentos a los consumidores, abundó Ramírez Cuéllar.