Ayer fue el Día Mundial de ese mal; afecta en 90% de los casos a mujeres de más de 40 años
Es una enfermedad autoinmune que ataca las glándulas que producen lágrimas y saliva
Viernes 24 de julio de 2015, p. 34
A partir de los 40 años de edad, las mujeres están expuestas a desarrollar el síndrome de Sjögren, enfermedad autoimune –generada por el propio organismo– que ataca células sanas, como las glándulas que producen lágrimas y saliva. Esto provoca a las pacientes resequedad en la boca y en los ojos.
Ayer fue el Día Mundial del Síndrome de Sjögren, que en Estados Unidos afecta a más de un millón de personas. En México no existen estadísticas sobre su frecuencia; no obstante, el Colegio de Mexicano de Reumatología advierte sobre la importancia de tener una detección oportuna a fin de prevenir complicaciones.
La falta de atención puede derivar en daño visual, caries y pérdida de piezas dentales, infecciones pulmonares y en los casos más graves, tumores como linfoma.
Consecuencias de la resequedad de mucosas
El colegio también advierte que la resequedad de mucosas puede llevar a las pacientes a ulceraciones corneales. En el caso de la boca, surgen dificultades como la tos seca o para ingerir alimentos no jugosos.
También puede haber dolor articular y/o artritis que predomina en las manos, confundiéndose, incluso, con artritris reumatoide.
Información de la Fundación Artritis de Estados Unidos señala que hay dos tipos del síndrome de Sjörgen. El primario se presenta por sí solo y en forma independiente a cualquier otra enfermedad, mientras el secundario aparece con otros males autoinmunes, como la artritis reumatoide o el lupus.
Refiere que otras complicaciones se pueden presentar en pulmones y riñones, e incluso producir neuropatía. Esta última, a su vez, genera trastornos en la sensibilidad en las piernas.
El organismo estadunidense también destaca que el síndrome de Sjörgen afecta a personas de cualquier raza o edad, aunque 90 por ciento de los casos son mujeres a partir de 40 años. Es poco común entre individuos menores de 20 años. Señala que el riesgo aumenta si hay antecedentes familiares de ésta o alguna otra enfermedad autoinmune.
Por su parte, el Colegio Mexicano de Reumatología resaltó que la detección y tratamiento de síntomas permite mejorar la calidad de vida de los afectados y se pueden tomar medidas para anticiparse y prevenir complicaciones o, al menos, disminuir su impacto.
Datos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos plantean que el origen del síndrome se desconoce y, aunque potencialmente no es causal de muerte, el pronóstico depende de las comorbilidades que existan o se desarrollen.
Subraya que el riesgo de linfoma aumenta en los casos en los que el síndrome ha estado activo un largo periodo.