Unieron sus ritmos, en los que estuvo presente Selena, para gozo de sus seguidores
Lunes 27 de julio de 2015, p. a15
El pasado sábado, en el Auditorio Nacional, la química sonora unió la cumbia con la kumbia, lo cholo, pachuco y mexicano con lo colombiano achilangado, en el concierto de Margarita La diosa de la cumbia y AB Quintanilla y Kumbia All Starz, que interpretaron 32 canciones, varias de ellas otrora éxitos de Selena.
Distancia de años, Selena Quintanilla Pérez, asesinada en 1995, sigue viva en el recuerdo de los que se sintieron atraídos por su belleza, su sonrisa y su manera de cantar. Los mayores trancazos de popularidad fueron composiciones de AB Quintanilla, quien ese sábado tocó el bajo e hizo duetos con Margarita.
Con su casi nulo inglés, Margarita trató de comunicarse con AB, quien no habla español. La frontera del idioma se salvó con buena voluntad, algo de esfuerzo y la aceptación sincera de AB de que es un pocho y su español está impregnado de inflexiones chapurradas.
Margarita dijo sentirse orgullosa de haber nacido en Colombia, ser naturalizada mexicana, tener hijos en este país y compartir su canto y ritmo con músicos de larga trayectoria.
A las siete de la noche, el público salía del Metro Auditorio, o bajaba de los camiones y micros. La mayoría de los seguidores de los artistas de esa noche son de las clases populares y pocos poseen coche.
A las ocho de la noche se apagaron las luces y brotó la alegría. Tequila Shot marcó el ritmo de la noche. Miles se pararon y comenzaron a bailar. La fiesta se dio desde el principio. Kumbia All Starz alternó y compartió tarima con Margarita, que complació con Mis amores. La noche de las fórmulas: ABQ+M+KAZ+Jr.+PeeWee+PeeWeenas, y sus posibles combinaciones. Como en las arañas de la química.
Ya no eres mi bombón dio paso a Boon Boon. KAZ hizo propia, en una versión pachuca original, pocha de a devis. El sonido era potente y los guitarristas de KAZ y de Margarita compitieron en el solo.
Corazón partío, la balada supuestamente aflamencada de Alejandro Sáenz que criticó Diego El Cigala, pero que Margarita hizo chévere. No hay más filosofía hedonista que aceptar que La vida es un carnaval. Escándalo, que a muchos gusta más que la versión de Raphael. Aquí se dio otro duelo entre los guitarristas Chris Pérez y George. La cumbia raya en el heavy metal.
La muchachada se puso crazy cuando AB anunció a PeeWee, quien dio un levantón con Sabes a chocolate, Chiquilla y la híperpopular Dulce niña. Cerró con Mami.
El rey, su favorita
AB pidió que le cantaran su rola favorita: El rey, de José Alfredo. Margarita retornó a lo primigenio con La pollera colorá y se retó a sí misma. ¡Esta sí la van a cantar!
Los acordes de Qué bello. Siguió el coto con El negro africano: Mama, ¿qué será lo que quiere el negro?
En forma de popurrí: No te metas con mi cucú. Las bailarinas de La diosa de la cumbia se lucieron.
AB y Margarita interpretaron Como la flor, coreada y que retrotrae a Selena en sus días de gloria; Fuiste mala, otra vuelta de tuerca. Siguieron los KAZ, con Parece que va a llover y No tengo dinero. Margarita cambió con Nube gris, Yo me llamo cumbia, Colegiala, en la que las bailarinas lucieron minifaldas a cuadros. Si una vez y Baila esta cumbia.
El final fue con Oye, con todos los artistas recomendando al público mirar hacia arriba para disfrutar las cosas buenas que tiene la vida.
La fórmula M+AB+KAZ+PeeWee irá ahora a Monterrey y Guadalajara.