En los hombres la autoexploración debe ser esencial para prevenir cáncer de testículo. No obstante, un factor de riesgo se puede detectar y contrarrestar desde la infancia: la criptorquidia (testículo que no descendió), que puede ser causa de tumor en adolescentes y adultos jóvenes.

En México no hay cifras exactas sobre los casos de este tipo de cáncer; mientras en Estados Unidos se detectan casi 8 mil nuevos casos por año, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer.

Aunque no se considera enfermedad frecuente, cuando se presenta lo más importante –igual que en el resto de tumores– es la detección temprana y el acceso a un tratamiento eficaz.

Este cáncer se da generalmente en jóvenes de entre 15 y 35 años de edad, y en México se estima que alrededor de 60 por ciento llega a los servicios especializados de salud en etapas tardías, advierte la asociación.

Julio fue designado mes del cáncer de testículo, con el fin de difundir información y sobre todo, romper los tabúes alrededor de la autoexploración. Muy poco se habla del tumor testicular, pero es la principal causa de cáncer en jóvenes.

La agrupación señala que la mayoría de los cánceres comienzan en un testículo que no descendió por su cuenta, aunque uno de cada cuatro se desarrolla en un órgano normal.

Información de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos indica que en la mayoría de los niños, los testículos descienden al escroto (la bolsa debajo del pene) cuando tienen nueve meses de edad. En los bebés prematuros es frecuente la criptorquidia.

Esta anormalidad no da síntomas, por lo que la revisión del médico es fundamental para detectarla y corregirla con tratamiento farmacológico o cirugía, en los primeros años de vida. De cualquier manera, el antecedente es un factor que debe tenerse en cuenta en años posteriores para la prevención de cáncer en ambos testículos.

Otros factores de riesgo para que se desarrolle esta neoplasia son infección por VIH/sida, haber tenido cáncer en el testículo par y antecedentes familiares.

La asociación resalta que, como ocurre en el cáncer de mama femenino, la principal herramienta de diagnóstico temprano es un autoexamen mensual, para identificar cualquier crecimiento anormal. Éste puede hacerse durante o después del baño, cuando piel del escroto está caliente y relajada, de acuerdo con los institutos de salud estadunidenses.

Los testículos son los órganos reproductores masculinos que producen semen y la hormona testosterona.

El organismo recomienda realizar el examen de pie, palpar el saco escrotal suavemente para localizar el testículo, con una mano estabilizar el órgano y con los dedos y el pulgar de la otra mano palpar toda la superficie, de manera firme pero suave. La misma revisión se debe efectuar en el otro testículo.

Cada uno debe sentirse firme pero no duro como roca. Un testículo puede estar más bajo o ser ligeramente más grande que el otro, indica el sitio de los institutos estadunidenses.

Incluso advierte que de encontrarse una protuberancia pequeña y dura (del tamaño de un frijol), o si algún testículo está agrandado o presenta cualquier diferencia, se debe consultar a un médico. Subraya que el cáncer en este órgano no da síntomas sino hasta que se encuentra en etapas avanzadas.