Tampico, Tamps. La lucha libre mexicana está plagada de promotores vividores que no cuidan ni reconocen la profesión, por lo que es tiempo de cambiar los protocolos luchísticos, sentenció Zumbido. A más de cuatro meses de la muerte del Perrito Aguayo, los reyes del pancracio reconocen que nada ha cambiado. Lamentablemente somos una carta al azar; el que se preocupó por algún tiempo fue don Antonio Peña, que en paz descanse. Él nos daba buenos sueldos, atenciones y sobre todo tenía un gran respeto por el luchador, exclamó Centauro. Ambos esperaban subir al cuadrilátero para dar un espectáculo en beneficio de los niños pobres de Tampico.