Un centenar de comuneros de Tezontepec de Aldama, Hidalgo, ocuparon siete horas las oficinas del Tribunal Superior Agrario (TSA) en la ciudad de México para exigir a los magistrados que soliciten al secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Jesús Murillo Karam, que cumpla la resolución del 16 de agosto de 1994, la cual reconoce que son propietarios de mil 899 hectáreas.

Una comisión de los comuneros, encabezada por Luisa Cornejo Cerón e Isolda Taxilaga, y por los abogados José A. Barrera López y Édgar Porras Hernández, se dirigió a la sala de sesiones del TSA, donde sostuvieron que tiene títulos primordiales de 1639 y 1694, reconocidos por la autoridad agraria y cuyo glifo formó parte de la exposición Memoria del Mundo, presentada por el Archivo General de la Nación en abril pasado.

Recordaron que la lucha por sus tierras ha dejado 20 muertos. Hemos sido engañados por las autoridades porque, lejos de restituirnos la tierra, se formó un fideicomiso estatal y el gobierno de Hidalgo tomó en custodia las tierras; en una parte se han instalado gasolineras, hoteles, fábricas, bodegas y locales comerciales, y  las mil 600 hectáreas cultivables son rentadas a agricultores de otros estados, quienes pagan 20 mil pesos por hectárea al año. Esos recursos no llegan a los comuneros.

Sabino Juárez Corona, vocero de los 250 comuneros –cuyas edades oscilan entre 78 y 85 años– comentó que han resurgido caciques protegidos por las autoridades estatales. Son a quienes se pretende beneficiar con nuestras tierras, sostuvo.

El ejido de Mixquiahula también disputa las tierras, las cuales –según Juárez Corona– son de buena calidad; producen 12 toneladas de maíz, cuando en la región se obtienen entre cinco y siete toneladas. En septiembre de 2008 comuneros y ejidatarios se enfrentaron, con saldo de varios heridos y 200 detenidos, la mayoría comuneros.

En noviembre de 1999 el gobierno del estado tomó en custodia las tierras y creó un fideicomiso supuestamente para ayudar a los comuneros; sin embargo, ignoramos cuántos recursos llegan y cómo se usan; se permitió a la Comisión Federal de Electricidad explotar ocho pozos de agua para la termoeléctrica de Tula y se otorgaron concesiones a 15 particulares para la explotación de bancos de arena. Muchos ambicionan las tierras porque están a 25 kilómetros de la refinería de Tula y cerca de la cementera Cruz Azul, expuso Sabino Juárez.

Poco después de las 16 horas los campesinos se marcharon, con la promesa de los magistrados de que ellos resolverán el asunto y no el tribunal unitario agrario con sede en Hidalgo.